Recuerdo a aquel niño, ahora hombre de hermosos ojos verdes, que se pasó siete eras sufriendo son su amor al cual no correspondí y yo idiota con este sentimiento de culpa, por no aceptarlo no sé por qué, creo que por estar tanto tiempo implorando amor.
Nos separamos, entonces perdí la ilusión de enamorarme un día pues todo mi orgulloso amor se lo llevó él. Pues resulta que después de haber jurado amor eterno se encadenó a su nuevo amor - todo se apagó como una vela. La noticia me petrificó entonces empezaron las interrogantes que llenaron mi cabeza juvenil egoista.
...Me llegó que se haya cansado de pedir mi amor, de reclamarlo, de exigirlo, pues era suyo, por qué no lo intentó, cobarde y peor yo egoista. Pensé en su inexperiencia en sus ruegos de oración vacía, la promesa junto a la tumba de su madre que yo sería su único amor, se le secó la saliva en la garganta sin haber cantado una canción, la piel se le estrujó de tanto no tocar  ni siquiera mis manos, no sentí un abrazo digno, ni siquiera tocó mi cabello....ah si una sola vez tocó mi barbilla al vuelo con dedos temblorosos - nunca aterrizaron.
...lloré porque me tuviste entre tus brazos, mas no me tocaste, derramaste lágrimas de amor, de dolor o pena, talvez cólera, impotencia que sé yo, no entendía por qué lo hacías, me sentía un verdugo al causar ese efecto y te menospreciaba por tal actitud no quize hacerlo.
Creo que fue cruel tu amor de niño y mi egoismo, o fue al contrario???
Enero 98