Autobiografa no autorizada por mi mismo Parte (XIII)
Publicado en Dec 01, 2009
Lo que me llevó a preguntarle a este Heavy “ como puede ser que toquen esta música en un lugar como este?..” y me dijo “Lo que pasa es que la gente piensa en forma cuadrada y la vida es redonda…” todavía no lo entiendo pero lo desmenuzaré más adelante.
Luego de finalizar el Show me acerco al guitarrista, y le pregunto “ Che enseñas guitarra?..” si me respondió, al instante me dio su teléfono y dirección, para mi asombro quedaba muy cerca de casa. Pasaron unos meses y fui a ver a este muchacho (Rody Mango era su nombre real). Su casa era muy prolija, humilde pero prolija, el era de mi estatura su pelo parecía haber sido arrancado de una oveja negra, tenía barba, y muy buena onda. Me hizo pasar me convido con gaseosa, yo saqué mi guitarra (Una Fernandes Stratocaster) y me dijo bueno a ver que sabés. Sinceramente desde que había comprado mi guitarra había aprendido bastante, y después de haber visto el show de la banda en cuestión más me había interesado por el blues, lo cual investigue, y escuché, lo que para el momento me había dado ciertas habilidades. Me pregunto que quería aprender y le dije a tocar blues. Entonces toqué lo que había aprendido en esos meses y me interrumpió, diciendo “y que querés que te enseñe si ya tocas bien..” me dejó helado… entonces repliqué pero quiero tocar como vos, y me volvió a interrumpir diciendo “ vas a tocar conmigo venite mañana a la tarde y trae tu equipo…” me había quedado con la boca abierta, tanto así que una mosca que revoloteaba indiferente se posó en mi frente y casi hace nido en mi boca.( disculpen la licencia poética que me sonó a copiada de algún lugar) Fui al día siguiente y desde ahí comenzó mi verdadera historia con la música. Tocábamos casi todos los fines de semana, la fecha más importante para mí fue cuando tocamos en la inauguración de una galería en San Miguel, esa noche el lugar estaba repleto calculo que había 600 personas, para ver a varias bandas. La nuestra (La Suite 44) fue la última, y teníamos algo preparado para el público. Nos habíamos hecho amigos de un loco poeta, este falco de pelos alborotados y una vestimenta que no tenia ni ton ni son, empezó a hilvanar palabras, que describían el sexo, la locura de la droga, y el rock, para desembocar no sé como en el nombre de la banda. Fue tan bien elaborada la presentación que la gente ya estaba alborotada, yo que me había vestido todo de negro con mi sombrero de ala ancha y mis zapatos bien lustrosos, comencé a tocar y fue estremecedor. La noche terminó con algunos tragos con gente desconocida que me palmeaban la espalda y me decían “ Mortal loco como tocás…” Todavía no reacciono, pero ahora si entiendo la locura del artista por el aplauso, por que no crean que hacía diferencia económica, creo que lo que gané esa noche me lo gasté en cerveza y vino. Una vez participamos en un concurso de bandas, el ganador (que ya estaba elegido de antemano) tenía la oportunidad de grabar un disco. Lo importante de esa noche no fue como tocamos ni lo que despertamos en el público sino la previa todo lo que vivimos hasta llegar al lugar. Para ese entonces nos seguían personas de varios barrios, los que más nos seguían, y con esto digo nos seguían a todos lados siempre, eran unos chicos de Boulogne (20 o 30 aproximadamente) de hecho se alquilaban un micro para vernos. La tarde comenzó con unas birras y unas papas fritas mientras cargábamos los equipos, mi cuñado Carlitos se había hecho fanáticos de nosotros y era nuestro plomo oficial, aunque le faltaba un poco de fuerza, pero ayudaba. Entonces cayeron los pibes de Boulogne con el micro y comenzó el viaje.
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