Repoblar contigo la tierra, amada!
Llenar de hijos este planeta lánguido.
Hacer contigo ríos y praderas
y crear, de tus cejas, una pequeña luna.
No cejar de amarte y de tenerte
y proteger tus tibias oquedades.
Guardarte debajo de los truenos
y darte de mi lluvia anaranjada.
Hacer contigo un universo de dos
y degustar tu boca a conveniencia.
Luego de las depuraciones cósmicas
somos la única cabeza de la raza:
La pareja que apenas sobrevivió
mientras los hombres morían en su pánico.
Se esfumaron en sus duras calumnias
dejando para ti y para mí, cielos y nubes nuevas
y un amor que me es casi imposible comunicarte.