HIJOS DE DIOS DEMONIZADOS? IMPOSIBLE!
Publicado en Dec 14, 2009
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¿HIJOS DE DIOS DEMONIZADOS? IMPOSIBLE.
Iglesia Cristiana Vida Eterna en Jesucristo.
Sabana Nueva-San Pelayo-Córdoba-Colombia.
Margen Izquierda del río Sinú.
COCICRIS: Corporación Civil Cristiana
Colombia-Suramérica
RUT: 812007134-6
Pastor y Representante Legal: David Jesús Doria Pérez.
Correo electrónico: cocicris@yahoo.com
 
  A  través de la historia de la iglesia cristiana se ha filtrado la enseñanza antibíblica de que los hijos de Dios, pueden ser y son poseídos por demonios: para ello se ha creído en la existencia de dones y ministerios de liberaciones para los miembros que pasan supuestamente por ese estado,  y que se practican diariamente; quedando de esas experiencias testimonios de la efectividad de la liberación en ellos, y en muchos casos, se necesitan de varias sesiones de estas para alcanzar el fin propuesto.
Veamos lo que la Biblia dice sobre este tema:
La palabra liberación aparece en las Sagradas Escrituras en tres citas así: dos en el AR y una en el NT. Veamos:
Ester 4:14 dice: Porque si callas absolutamente en este tiempo, respiro y liberación vendrá de alguna otra parte para los judíos; mas tú y la casa de tu padre pereceréis. ¿Y quién sabe si para esta hora has llegado al reino? (En ninguna manera el sentido de esta palabra es el de liberación de demonios, sino de un gobierno opresor.)
Salmo 32:7 dice: Tú eres mi refugio; me guardarás de la angustia; con cánticos de liberación me rodearás (Dios es quien rodea con cánticos de liberación).
Filipenses 1:19 dice: Porque se que vuestra oración y la suministración del Espíritu de Jesucristo, esto resultará en mi liberación. (Pablo no estaba demoninazado, sino preso en Filipos, y la liberación que resultaría de las oraciones y suministración del Espíritu de Jesucristo, era la liberación de la cárcel en donde estaba.
CON RELACIÓN A LA PALABRA LIBERTADOR, dice en:
2º de Samuel 22:2 y Salmo 18:8: Dijo: Jehová es mi roca y mi fortaleza, y mi libertador. En el Salmo 70:15 dice: Yo estoy afligido y menesteroso. Apresúrate a mí, oh Dios. Ayuda mía y mi libertador eres tú; oh Jehová, no te detengas. Salmo 144:2: Misericordia mía, y mi castillo; fortaleza mía y mi libertador, escudo mío, en quien he confiado; el que sujeta a mi pueblo debajo de mí. (No podemos ignorar que Dios el Padre hizo todo en su Hijo, Cristo, para que en todo tenga preeminencia. Aquí David como todos los siervos de Dios, solo es un instrumento que trasmite lo que el Hijo de Dios, Cristo, está hablando, y declarando que Dios el Padre es su libertador. ¿Cristo el Hijo de Dios tenía demonios y necesitaba que el Padre lo liberara? En ninguna manera! Cristo hablaba de lo que sobrevendría cuando se encarnara en Jesús, y padeciera menosprecio y fuere escarnecido, azotado, escupido, crucificado y muerto; de donde el Padre lo levantaría con gran poder y gloria, liberándole del imperio de la muerte, no dejando a su alma en el Hades.
En Hechos 7:35 dice: A este Moisés, a quién habían rechazado (el rechazo en este caso fue a Cristo como lo afirma esta Escritura) diciendo ¿Quién te ha puesto por gobernante y juez?, a éste lo envió Dios por mano del ángel que se le apareció en la zarza (Cristo).
Romanos 11:26 dice: Y luego todo Israel será salvo, como está escrito: Vendrá de Sión el Libertador (Cristo), que apartará de Jacob la impiedad.
EN CUANTO AL TÉRMINO LIBERTAD, la palabra de Dios dice:
Isaías 61:1: El Espíritu de Jehová está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de cárcel (Lucas 4:18). (Cristo hablando a través del profeta Isaías)
Romanos 8:21: Porque toda la creación misma será libertada de la esclavitud corrupción; a la libertad gloriosa de los hijos de Dios. (La libertad de los hijos de Dios es gloriosa).
1ª a los Corintios 8:9 dice: Pues mirad que vuestra libertad, no venga a ser tropezadero para los débiles. 1ª a los Corintios 10:29: la conciencia, digo, no la tuya, sino la del otro. Pues, ¿Por qué se ha de juzgar mi libertad por la conciencia de otro? (Hay en los hijos de Dios conciencias débiles; nunca posesión de demonios.
¿POR QUÉ?
2ª a los Corintios 3:17 dice: Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay LIBERTAD. Si alguien es hijo de Dios por creer en Cristo y ser sellado con el Espíritu Santo ¿Cómo puede un demonio o demonios esclavizar esa libertad?
Gálatas 2:4: Y esto a pesar de los falsos hermanos introducidos a escondidas, que entraban para expiar nuestra libertad que tenemos en Cristo Jesús, para reducirnos a esclavitud.
Gálatas 5:11 dice: Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres (Cristo liberta al incrédulo; la Biblia nada dice que libertara al creyente o hijo de Dios) Hebreos 10:19 dice: Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar al Lugar Santísimo.
Esto hay que mirarlo atentamente: Santiago 1:25 dice: Más el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, este será bienaventurado en lo que hace.
Vamos a ser juzgados por esta ley (Cristo): Santiago 2:12: Así hablad, y así haced, como los que habéis de ser juzgados por la ley de la LIBERTAD.
VEAMOS LO RELATIVO A LA PALABRA LIBRE:
Juan 8:32: Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.( La verdad, Cristo, no nos hace libres para prepararnos como candidatos a la demonización)
Juan 8:36: Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente LIBRES (No demonizados ni prontos a serlo)
Aún de la ley somos libres: Romanos 7:6: Pero ahora estamos libres de la ley, porque habéis muerto para aquella en que estábamos sujetos, de modo que sirvamos bajo el régimen nuevo del Espíritu, y no del régimen viejo de la letra. (Si como hijos de Dios somos esclavos de Cristo ¿Cómo pueden los demonios esclavizarnos o poseernos? Jamás!
La palabra nos insta a la comunión:
2ª a los Corintios 6:14-18: No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿Qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y que comunión la  luz con las tinieblas? ¿Y que concordia Cristo con Belial? ¿O que parte el creyente con el incrédulo?  ¿Y que acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? Porque vosotros sois templo del Dios viviente, como Dios dijo: Habitaré y andaré entre ellos, apartaos dice el Señor, y no toquéis lo inmundo; y os recibiré. Y seré para vosotros por Padre, y vosotros me seréis hijos é hijas, dice el Señor Todopoderoso. (Imposible es que en un creyente more Cristo, y al mismo tiempo lo hagan los demonios!)
LOS DONES, MINISTERIOS Y OPERACIONES, SON PARA EDIFICACIÓN DE LA IGLESIA.
1ª a los Corintios 12:4-11: Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo. Y hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo. Y hay diversidad de operaciones, pero Dios que hace todas las cosas en todo, es el mismo. Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho. Porque a este le es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia, según el mismo Espíritu; y a otro,  fe por el mismo Espíritu; y a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu. A otro, el hacer milagros; a otro, profecía; y a otro, discernimiento de espíritus; a otros, diversos géneros de lenguas; y a otro, interpretación de lengua. Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él quiere.
Aquí no encontramos por ningún lado que la Biblia mencione el don de liberación, ni el ministerio de liberación, ni tampoco en las operaciones, para ser usados a favor de las supuestas demonizaciones de los hijos de Dios, como iglesia o cuerpo de Cristo. ¿Por qué?
Efesios 4:8 dice: Subiendo a lo alto, llevó cautiva la cautividad, y dio dones a los hombres. La iglesia para ser iglesia o cuerpo de Cristo, tuvo que ser liberada por Cristo el Libertador; es imposible que siendo el cuerpo de Cristo, la iglesia tenga miembros demonizados. Por lo tanto, es mentira que una persona que haya recibido a Cristo como Salvador, corra el riesgo de ser poseído por demonios. La liberación la efectúa Cristo para quitar el pecado de condenación; es por eso que en Marcos 16:17 dice: Y estas señales seguirán a los que creen: en mi nombre echarán fuera demonios, y hablarán nuevas lenguas (a personas demonizadas que no han recibido a Cristo como Salvador); aunque no todos los incrédulos están poseídos por demonios. En Mateo 10: 8 se ve que esta señal es confirmada por el mismo Jesucristo, cuando les dijo: Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos; echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia.
Veamos el siguiente ejemplo:
Mateo 7:18: Y reprendió al demonio, el cual salió del muchacho, y este quedó sano desde aquella hora. Al muchacho hidrópico el demonio le quería matar, y fue llevado por su padre (no creyente) a los apóstoles, quienes no pudieron echar fuera el demonio. Su padre lo lleva a Cristo, quien reprende al demonio y este sale del muchacho, quedando el muchacho sano en aquella misma hora. Sabemos que tanto el padre como el hijo estaban perdidos en condenación, por la declaración de Jesucristo en este mismo pasaje, cuando dijo: yo he sido enviado a las ovejas perdidas de la casa de Israel.
Muchos de los sostienen que los cristianos son demonizados, citan el siguiente texto Bíblico: Mateo 12:3-4: Cuando el espíritu inmundo sale del hombre, anda por lugares secos, buscando reposos, y no lo halla. Entonces dice: Volveré a mi casa de donde salí, y cuando llega, la halla DESOCUPADA, BARRIDA Y ADORNADA. Entonces va toma consigo siete espíritus peores que él, y entrados, moran allí; y el postrer estado de aquel hombre, viene a ser peor que el primero. Así también acontecerá a esta mala GENERACIÖN.
La palabra es clara, y no tiene lugar a equívocos; las interpretaciones y suposiciones que se han hecho, han torcido el mensaje original del texto. Es indiscutible que el hombre que tiene el espíritu inmundo, no es hijo de Dios por la fe en Jesucristo, porque está poseído de demonio. Jesús autorizó a los apóstoles a expulsar demonios entre otras cosas, de las personas incrédulas; vemos que aquí el espíritu inmundo es expulsado del hombre, pero después regresa y encuentra a aquel hombre limpio, con su interior desocupado (nadie moraba en él, porque solo recibió la liberación, pero no recibió a Jesucristo como Salvador), barrido (estaba libre de demonización) y adornado (no tenía basuras en su interior). El demonio ve que el estado de la casa es de soledad; nadie mora allí, por lo tanto, el poder espiritual que le hiciera salir no está para impedir su nueva entrada, y entonces busca siete demonios peores que él (por si el hombre le vuelven a intentar liberación, la resistencia será mayor en número) y entran y moran allí. Es claro que no se trata de ningún hijo de Dios, aunque haya quien persista en afirmar lo contrario, porque el mismo Jesucristo aclara que esto le sucederá a esta mala generación. (Mucha gente de la mala generación se beneficia de liberación demoníaca por el poder de Cristo, pero no se convierten a él, y les sucede igual al hombre de este pasaje; su postrer estado es peor que el primero.
A la iglesia, Dios en Cristo Jesús, la liberó del pecado de condenación, y por lo tanto, Cristo no va ejercer liberación donde ya libertó. Esto lo vemos claramente en Mateo 9:11: Y cuando vieron esto los fariseos, dijeron a los discípulos: ¿Por qué vuestro Maestro come con los publicanos y pecadores? Al oír esto Jesús, les dijo: Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos. Id pues, y aprended lo que significa: Misericordia quiero, y no sacrificio; porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento.
Vuelvo a repetir: Cristo nos quita el pecado de condenación, y ninguna ley nos puede condenar; pero, es bien cierto, que el pecado de la carne, sigue morando en nosotros. Por eso Pablo concluye cuando monologa diciendo: no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, ese hago, porque el pecado mora en mí. El trabajo de Cristo fue quitar de en medio el acta de los decretos que nos era contraria, clavándola en la cruz; nosotros tenemos que valorar esa dádiva y hacer decisiones para apartarnos del pecado. Un hijo de Dios puede ser esclavizado por conductas pecaminosas, sino está firme en la libertad que Cristo le dio. Pablo afirma que la única manera de brindar culto a Dios utilizando la razón, es presentando nuestros miembros en sacrificio vivo y santo a Dios, que es nuestro culto racional. Practicar el pecado es desobediencia y no demonización; una decisión sabia y conveniente para el hijo de Dios, es no tocar lo inmundo, o sea apartarse del pecado, para impedir el castigo que eta conducta acarrea, no dándole lugar al diablo para ministrarnos esclavizándonos a ese comportamiento pecaminoso (no poseernos) y robarnos las bendiciones.
La orden dada por Jesucristo es para cumplimiento en aquellos que no conocen el plan de salvación (la iglesia tiene que ir a los que están perdidos), y no para que nos dejemos engañar practicando entre nosotros, supuestas liberaciones demoníacas que no existen. Cristo te liberó, La Palabra te liberta de cualquier conducta pecaminosa que quiera persistir en tu vida, si tomas la decisión de obedecerla, sin que tengas que buscar hermanos o Pastores con el supuesto don  o ministerio de liberación. Por eso la palabra nos dice: despojaos del viejo hombre, que está viciado según los deseos del mundo (observa que nosotros somos quienes tenemos que despojarnos del viejo hombre, después de ser libres de condenación).
Puedo asegurarte en Cristo que no miento: jamás me hecho practicar ninguna supuesta liberación, y muy a pesar del montón de conductas pecaminosas que estaban en mi vida (el que dice que no tiene pecado, hace a Dios mentiroso); la palabra que es viva y eficaz, me muestra que tengo que ser santo, y en base a esa demanda, venzo todas y cada una de esas conductas, cuando se asoman a mi vida. Ellas están en mí, esperando que yo de lugar al diablo, para mostrarse en mi vida; a veces me golpean y hasta me derriban, pero la palabra me sostiene y me levanta, y continúo en la lucha, hasta el día que parta con el Señor. Mis errores no sacan a Cristo de mi vida, pero si contristan al Espíritu de él que mora en mí; pero ese mismo Espíritu me recuerda que debo ser valiente y batallar por mi santidad; al ver mi decisión, él deja de estar contristado, y me fortalece y capacita para ayudar a otros a entender su voluntad.
Israel, al salir de Egipto, fue libre de la esclavitud de servidumbre a que fue sometido por ellos; cuando Moisés sube al monte y Dios le da las primeras tablas de la ley, al regresar de allá encontró al pueblo sumido en la idolatría; él los confronta con la verdad, vuelve a subir por las tablas de los mandamientos, y Israel se comprometió a guardarlos. Así, igualmente sucedió con la iglesia apostólica que después de ella, quienes recibieron la doctrina, fueron cayendo en la apostasía por apartar el oído de la verdad. Llevamos mucho tiempo con este problema, pero no debemos olvidar que la iglesia que Jesucristo viene a buscar, es santa, sin manchas y sin arrugas. Por favor, hermanos, eso hace necesario, fundamental y urgente, que echemos de la iglesia la filosofía; esa es la mentira satánica introducida en el paraíso, y que mata a todo aquel que la practica; recuerda: la creación espera la manifestación gloriosa de los hijos de Dios; y tú eres un hijo de Dios.
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Palabras Clave: Sabananueva

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