La lucha por nacer
Publicado en Dec 15, 2009
No entendía que hacía en ese lugar. No recordaba nada de lo que fui, si es que realmente fui algo o alguien. Estaba rodeado de millones de seres de gran cabeza y una delgada cola, algunos de ellos susurraban discretamente en sus cuadrillas, en asociaciones minúsculas, que todos somos espermatozoides, probablemente solo unas 500 millones. Era una especie de cueva, un lugar cerrado y húmedo, por el cual me daba una sensación de claustrofobia.
Me parecía haber leído algo parecido a estas vivencias en algún lugar. Entonces exclame ¡Ya entiendo esto! Todos coleábamos como locos, como los perros cuando ven a su amo, sin embargo una especie de adrenalina nos invitaba a sospechar que pronto acontecería algo muy importante del cual aun no sabíamos la magnitud. Unos fuertes gemidos termina con el constante movimiento del túnel hermético donde estábamos y se siente el sacudón final. Se escucha vociferar a alguien que dice: evacuen el área - podemos ver que una gran compuerta, especie de ojo se abre rápidamente y todos resbalamos como en un tobogán siendo empujados por alguna fuerza que desconocemos. Una gran avalancha de seres semejantes a mi caen aplastándome. Estoy confundido ¡No sé que hacer! todos miran a todas partes tratando de adivinar respuestas. Pasamos a entrar a un terreno distinto y muy lubricado. Este nuevo cuerpo nos absorbe y no nos queda más que dejarnos llevar por esa fuerza descomunal. En el largo camino resbaladizo logro ver que una encarnizada y feroz guerra cuerpo a cuerpo ha empezado, millones de seres (espermas) liquidándose unas a otras. Entre alaridos y escandalosos llantos se distingue una voz impostada decir: yo voy primero, quiero ser cantante, otro dice: yo voy también por que quiero ser físico, otro bailando alegremente y con ritmo dice: yo quiero ser bailarín, otro mas soltando carcajadas dice: yo quiero ser payaso, por allí un vagabundo alcohólico dijo: a mi no me importa nada, solo quiero beber alcohol allá afuera, y en una esquina, muy apartado del resto un ser con aspecto misterioso, era un filósofo, dijo : ya habrá una mejor oportunidad. Sentí que alguien me tocaba con su fina colita que tenemos todos, era un ser que estaba agonizando, me dijo: gana la carrera, solo uno puede entrar, solo uno puede unirse al óvulo para que pueda existir como ser humano. Lo malo fue que lo dijo con voz alta y todos lo escucharon. En ese instante la lucha cuerpo a cuerpo entre todos cobro mas fuerza. No habían armas, era solo quien trataba de sobrevivir para encontrar al óvulo y fusionarse en un ser que vendría al mundo en tan solo nueve meses aproximadamente. Adelante mió, había una aglomeración de seres energúmenos que lograba eliminar a cuantos pudieran, una especie de cofradía maligna "unos verdaderos desgraciados". Dentro de esa sarta de bellacos observé como daban muerte sin piedad a sus desertores. No cabe la menor duda que ellos estaban lisiados del alma. Mucha gente aun recordaba su antigua vida y aun así el ego les empujaba a querer regresar al mundo a lograr metas truncas. Había todo tipo de gente allá dentro: actores, oradores, mitómanos, bohemios, locos, cucufatos y hasta un fraile le pedía irónicamente a dios que por favor mueran todos y así él gané y pueda ir al mundo a rezar por la paz. "Todos morían por vivir". Pude divisar varios tumultos de seres peleándose, matándose, casi todos caían al piso desfalleciendo. Se escucha un estruendo y logro divisar que el cuerpo que nos dejo dentro de esta especie de túnel se replegó dejando a varios guerreros mas a la competencia sangrienta. Me asusto y con valor digo: debo fusionarme antes que me ganen - trato de correr para alcanzar a los cientos de seres que han ganado la partida y obtenido una ventaja abismal- Uno de estos guerrilleros envidiosos que estaban atrás, me tumba con alevosía al piso y caigo a deriva golpeándome la cabeza; quedo semiinconsciente a consecuencia de ese furibundo ataque oportunista. Fue allí precisamente gracias al golpe, cuando creo que me volví verdaderamente loco. Su mala intención de ese corpulento guerrillero y mi terquedad que recién estaba conociendo logró levantarme. Entendí que seres así no deben tener la opción de existir, al menos no como humano, por ello no deben nacer, por que el mundo ya tiene bastantes egoístas mezquinos. Entonces empiezo a generar un real interés por ganar, pero no por existir. Me dirijo vertiginosamente como flecha, sorteando cadáveres en el suelo resbaladizo que de alguna forma me sirve para deslizarme. Es increíble, repentinamente sentí que alguien me esta ayudando para ganar la carrera, me estoy deslizándome como un surfista - miro abajo de mí y me sorprendo estar usando de tabla surf un ser mal herido que estaba por convertirse en cadáver - era del que quería ser cantante- . Con voz ronca y haciendo esfuerzos por respirar los últimos bocados de oxigeno me dice : usa mi cuerpo hasta el final y gana, solo siempre que escuches una canción recuérdate que pudo ser mi voz - sorprendido por esa decisión no le complico su corto futuro en contrariarlo - al cabo de pocos minutos donde esquivo y evado las multitudes veo al que quería ser payaso con el cuerpo mutilado, sangrando, como si hubiera sido devorado, sin embargo aun en ese estado no perdía el sarcasmo y me dice: gana por mi y siempre ríete mientras puedas, búrlate de ti mismo "Se feliz". Muy al fondo se le veía al filósofo con respetable ventaja sobre todos, a pocos pasos de la meta, pero dado su cuerpo destruido no pudo seguir, me miro, sonrió y me dijo: la vida esta en tu delante, la muerte esta a tu atrás. Quise meditar lo que dijo y cuando volteo atrás mío venían unos matones gigantes a reducirme. - sin embargo contagiado por los nobles caídos me invade el valor e intento mentalizarme en que aun podía ganar - el cantante cae cumpliendo su misión como un héroe, regalándome una última sonrisa del cual mi mente fotografió para el álbum de mis recuerdos. Veo estar mas cerca que nunca a la meta, me encuentro al que quería ser bailarín, que ya no rinde mas, por haber bailado todo el rato sus fuerzas se han agotado y esta jadeando, pero logra decir: baila, inténtalo, así hagas el ridículo, nunca dejes de intentar nada en esta vida por temor a la desaprobación, cuando bailes y seas parte del tono de pronto te volverás en el bajo, en la guitarra, en la batería y de igual forma será allá afuera " Tendrás que sentir cada cosa para disfrutarla" - cae desfallecido al piso y puedo ver la base de su colita gastada por el uso que le ha dado. Finalmente cerca a la meta encuentro al que quería ser físico, él esta con mucha fuerza, esta bien de salud, esta confiado y esta mirándonos a los pocos sobrevivientes que quedamos luchando por alcanzar lo que él ya tiene por consumar. Me sorprendo que se encuentre detenido y él me mira a los ojos, se ríe y con fanatismo dice: los grandes físicos como Albert Einstein nacen en promedio cada 200 años, al parecer en esas épocas el universo premia con un ser dotado a la humanidad, por ello mejor esperaré un tiempito más. Me tomo del hombro, me empujó hacia adelante y tomo impulso para el lado de atrás así lucho con los matones y logro asegurarme el camino libre - me gritó alocadamente -corre, corre y nunca mires atrás amenos que quieras ver cuanto y a cuantos le costo tu victoria, recuerda "No se acaba hasta que se acaba". Con la cabeza desangrando por el golpe que me propinaron al inicio, pierdo fuerza y veo doble, avanzo lentamente como gateando y veo al óvulo al final del camino: es hermoso, es grande y majestuoso, y esta esperando por mi, pero quedo atónito al ver la escena en que se encuentra, el óvulo - estaba acariciando al alcohólico que paradójicamente no le importaba nada esta competencia. Él había llegado primero que todos y estaba dormido al lado del óvulo, estaba más perdido que nunca, se había pasado el camino libando los desechos líquidos. Observo estupefacto el logro del atontado ser y en ese preciso momento cuando ya todo esta listo, se dejan de escuchar los gritos y maldiciones de los matones que el físico logra reducir a golpes. Pierdo el conocimiento y por efectos de gravedad y buena suerte caigo en los brazos del óvulo. - finalmente me logro fusionar - Pase varios meses en una especie de bolsa y un cordón que me suministraba alimentos. Siempre tuve la sensación que cada cosa del exterior me condicionaba e influenciaba. Entendía algunas cosas cada vez mejor, es por eso que solía patear en reclamo cuando dejaba de escuchar las canciones de los ochenta. Al Salir de esa bolsa que cada vez me quedaba mas chica escucho que un doctor dice: ya va nacer, puja, sigue, puja más fuerte, que ya veo su cabeza. Siento otra vez que una fuerza me evacua a presión. Logro salir por una especie de túnel que parece ser el mismo donde luche hace algún tiempo y es entonces donde la nostalgia me invade y recuerdo claramente al filósofo, al cantante, al bailarín, al payaso y por supuesto al alcohólico. Miro mi enorme cuerpo como ha evolucionado. Sorprendido de captar todo mí alrededor escucho al doctor decir: ¡ya nació! - Un suspiro relajado que era de mi madre anuncia un final exitoso. Eran dos minutos antes de la media noche en el mes de abril. Entendí finalmente muchas cosas que meses atrás cuestionaba y a la vez también recordé a los caídos, a los que me atropellaron en la ruta, al gesto altruista del cantante que se dejo usar como tabla de surf, a lo que quiso decirme el filósofo para alarmarme, a lo gracioso del payaso aun en su peor momento, a lo divertido del bailarín que le venció el cansancio, a lo caballero del físico que lucho para mi victoria y a la poca importancia del alcohólico. Entonces en su honor de ellos entiendo que debo recoger esos recuerdos como semillas y plantarlas en mi ser. Roger Alexander 29-05-2009 Diario: La curiosidad innata de ser
Página 1 / 1
Agregar texto a tus favoritos
Envialo a un amigo
Comentarios (0)
Para comentar debes estar registrado. Hazte miembro de Textale si no tienes una cuenta creada aun.
|