No puedo creer que hoy este aquí, encerrada, atada y vigilada...tengo miedo, tengo sed, no he bebido una sola gota de sangre en varios días, estoy muy débil, ya no puedo pelear, ya no puedo huir, tendré que enfrentarme a un cruel destino. Un destino sin él. No me importaría morir en su lugar, ahora mismo no sé donde está. No sé si sigue vivo, no sé si logro escapar, no sé si este pensando en mi...espero que sí. Paso todo demasiado rápido. Pareciera que fue ayer cuando  aun estábamos juntos...amándonos el uno al otro, sus besos aun se sienten, sus caricias aun me abrazan y su mirada aun me mata, no puedo olvidarlo, ni siquiera la sed que tengo logra arrancarlo un minuto de mi pensamiento...estas cadenas son demasiado fuertes y yo estoy demasiado débil. No tengo idea de lo que quiera hacer con migo, ¿va a matarme?, espero que lo haga rápido, no quiero ser humillada más de lo que ya lo fui. El es extremadamente malo, y yo soy demasiado estúpida. Hasta hace unos años yo era su prometida, ¿realmente iba yo a casarme con él?, la respuesta es sí. Hasta hace unos meses yo era codiciosa, vanidosa y perjuiciosa, interesada, despreciativa  y él, él era el próximo heredero al poder, así que, me las ingenie para seducirlo y atraparlo, hasta el punto en el que hacia todo lo que yo quisiera, mataba a quien yo quería ver muerto, me regalaba las joyas  mas preciosas que pudiera haber en el mundo y me daba a beber la sangre más pura y deliciosa que existía, sangre, dinero, joyas, poder, era todo en lo que yo pensaba, asco. Todo iba de acuerdo a mis planes, pronto seria la vampira mas envidiada y rica del mundo, tendría todo y a todos bajo mi poder... una noche de luna llena, mi prometido dio una gran fiesta en su castillo favorito, el lugar  tenía un sinfín de habitaciones, era frio y desolado, no había ni un alma humana en aquel sitio. Fue una gran fiesta, luces de colores, música tranquila...luz de la luna... y  entonces apareció el en mi vida. El, era diferente a todo lo que había conocido, era aventurero, misterioso, extrovertido, guapo y sexy...pero lo que más atrajo mi atención, fue que, el aún conservaba el brillo en sus ojos grises, un brillo que solo existe en la mirada humana. Lo mire, una y otra vez, y entonces se dio cuenta y me miro...sentí algo que no sabía que aún conservaba, un sentimiento humano que creí  haber desaparecido con el pasar de los años...la sangre de mi copa ya no me sabia a nada, las luces perdieron su color, la luna y los invitados se fundieron a nuestro alrededor...hasta creí haber sentido un ligero latido en mi inmóvil corazón...ni las más hermosas joyas se comparaban a su belleza, sus ojos capturaron mi atención, sus labios, su cabello...todos mis sentidos fallaron en ese momento, me sentí mareada y sin fuerzas en las piernas, se acerco a mí, realmente recordé como se sentía el palpitar del corazón, el calor en mis mejillas, me izo sentir humana por un minuto, un segundo, y eso basto para que yo lo amara. Comenzamos a vernos a escondidas, un día y luego otro, el sabia mi compromiso con el otro y no le importo. Y asi pasó el tiempo, noche tras noche, luna tras luna, y nuestro amor crecía y crecía cada vez más. Una noche, la luna estaba en lo alto, no había una sola estrella en el cielo, el y yo nos encontramos en la playa, el agua reflejaba el color plateado de la luna, la arena nos invitaba al amor...caminamos por la orilla tomados de la mano, un coral traicionero estaba escondido entre la arena y cuando nos recostamos en ella...a él le hizo una leve herida, y en esa leve herida salieron unas cuantas gotas de su sangre...la luna reflejo todo, era lo mas exquisito que había olido nunca...peor aún, yo quería beber de el...mire su herida y después mire sus ojos...tome su mano, y la fui recorriendo con mis labios hasta llegar a su cuello...el solo hecho de recordar el sabor de su sangre me hace querer tener más fuerzas para ir en busca de él, fue lo más rico y delicioso que probé en mi vida, ni la sangre más pura se le comparaba, su sabor era diferente. Yo bebí de él, el bebió de mi y asi quedamos unidos para toda la eternidad. Cierta noche decidimos escapar, una vieja amiga nos iba ayudar. Todo estaba listo, salimos de los terrenos de mi prometido y nos dirigimos hacia la playa, para asi
Poder  encontrarnos con los amigos de mi amor y poder ser libres. Una noche antes de la huida nos escondimos en la casa de Celeste, mi amiga del alma, estábamos alimentándonos cuando...entraron por todos lados, los seguidores de mi ex prometido, nos tomaron por la fuerza a los tres, no dieron tiempo de nada, uno de los mas grandotes tomo a mi amiga y le mordió en el cuello, ella no sabía nada de nuestros planes asi que no consiguió información alguna y al no hacerlo le rompió en cuello y le arranco la cabeza, nos sacaron a mi amor y a mí de la casa y dejaron los pedazos de mi amiga dentro, prendieron fuego a la casa, el fuego es maldito igual que nosotros...salió humo negro, había muerto. Mi ex prometido llego al lugar, nos miro a los dos, tenía los ojos rojos del  cólera que sentía, ordeno algo con la mirada a sus sirvientes y estos asintieron, a mi amor y a mí nos tomaron por los brazos y nos pusieron frente a frente...me golpearon tan fuerte que sentí como si la vista me fallara...ahora, estoy aquí desde hace unos días, no me he alimentado y no puedo ni siquiera moverme, me falla todo menos la memoria, y eso gracias a que toda esta ocupada pensando en el...
-Hora de salir- dijo mi ex prometido entrando de repente en el calabozo. Me tomo por el brazo con una fuerza innecesaria, y salimos al exterior. Subimos a uno de sus carros  polarizados, así nadie podría vernos, igual y nadie pudiera hacer nada contra él, era el vampiro más importante, nadie se atrevería a desobedecerlo. Llegamos a un bosque, nos adentramos en él, allí estaba mi amor, atado e igual de débil que yo. El muy bastardo que algún día fue mi prometido comenzó a hablar, a maldecir y a gritarnos nuestro inevitable final. Había un árbol muy grande y muy viejo en aquel lugar y allí me ataron. A mi amor lo tomaron por los brazos y lo colocaron frente a mí, yo sabía lo que iban a hacer, y aun asi no podía detenerlos, mire al cielo y vi la luna, sola en un cielo negro, nos observaba y no hacía nada por salvarnos. Y entonces comenzó la tortura, nosotros estábamos ya muy débiles y todo podía herirnos, lo tumbaron al suelo y comenzaron a golpearlo, el gritaba y yo lloraba, lo golpeaban cada vez con más fuerza, le rompieron todos y cada uno de los huesos de la piernas, uno por uno, luego las costillas, lo levantaron y comenzaron a arrancarle pedazos a mordidas, y entonces la olí, era su sangre, su valiosa sangre derramándose vilmente por su cuerpo. Yo gritaba y ellos reían, y la luna solamente observaba los hechos. Se estaba muriendo, poco a poco se le iban las fuerzas del cuerpo
-Resiste-, grite, -aguanta por favor-, -no te mueras-, -yo te amo-. Le arrancaron la cabeza...salió volando por los aires y callo justo frente a mí, su mirada aun seguía en su rostro y las palabras Te amo, seguían en el viento...Sin pensarlo ni planearlo una fuerza extraña comenzó a salir de lo más profundo de mi de mi ser, nunca me había sentido tan viva, o tan muerta, rompí de un movimiento las cadenas que me ataban, arranque ese viejo árbol desde sus raíces y se las lance a mis enemigos, los mire y vi en su rostro el miedo reflejado ante mi fuerza, a todos y a cada uno de los malditos los descuartice y queme sus pedazos, rogaban piedad y yo se las negué, ahora ellos gritaban, y yo, yo no reía, simplemente deseaba verlos muertos. Camine hacia los restos de mi amado, loe recogí y los enterré en donde alguna vez yacía un viejo árbol, mire de nuevo a la luna y le agradecí la fuerza que me otorgo, pero  esta nueva fuerza no me iba a devolver a mi amado. Pase la noche recostada a lado de sus restos. Faltaban solo dos minutos para el amanecer y la luna se estaba ocultando. Yo creía que al convertirnos, perdíamos nuestra alma, y asi era...menos él, el era especial, era diferente, una ligera sombra blanca salió de sus restos, nos miramos como la primera vez, nos tomamos de la mano y comenzamos a caminar por el bosque, mientras el sol salía...mi piel se iba desasiendo, se quemaba con los rayos del sol...lo mire y él me miro, un último suspiro y me convertí en polvo.
Ahora viajo por el mundo, tomada de la mano de mi amor, mirándonos, amándonos, juntos y en todo lugar.