Estaba en el balcón mirando la luna, estaba llena. Se estaba fumando un cigarrillo y en la calle no había nadie, no se escuchaba nada… Sentía que su corazón se estaba acelerándo, presentía que algo en su cabeza iba a entrar.
Recordaba aquellos años pasados, rememoraba su cabeza bipolar, con sentimientos nocivos y cándidos. ¿Estaba en el mismo punto?, ¿en esa cuerda floja?, ¿estaba en el pasado? No. Pero, seguía sin aprender, cometía errores, los mismos …una y otra vez. Dio otra calada a su pitillo, aspirando el humo y devolviéndolo al aire. Veía la nube que su boca sacaba. Estaba aturdida, ¿por qué le venían esos recuerdos? Seis años, hacía seis años de eso… y ahora lo sentía como si sus yemas lo estuvieran tocando en ese mismo instante. ¿por qué? Se apoyó en la barandilla. El dolor era cada vez más fuerte, lo sentía y también tuvo vértigo de esos sentimientos difuminados, pero, presentes y vivos. Sintió un zumbido en sus oídos. Notó en su pecho un crujido. Sintió cómo en su pecho las grietas aumentaban de tamaño y se quebraban las paredes y los músculos de su corazón. Se sentó y apagó su cigarro, no podía más.
Sabía que había miles de motivos para todo…para estar bien, para seguir adelante o atrás… era cosa de decidir, ¿no? Pensaba y creía que estaba en lo cierto… que una sola decisión cambiaba irremediablemente el curso de las cosas… cuando se decide mirar atrás puede doler y también hacer recordar momentos felices. Cuando se decide mentir o decir la verdad. Cuando se decide querer a alguien o no (¿o eso no se dispone?) Era como cuando alguien mata a otro…. Era esa décima de segundo, que podía hacer girar todo a la luz o a la noche; a lo blanco o a lo negro. Podía hacer que fuera alguien un héroe o un criminal… ¿Pero qué coño estaba pensando? Si eso no tenía nada que ver con lo que le estaba pasando, ¿o si? , ¿o era lo de las decisiones lo que podría cambiar su vida?