Buscando mis ilusiones
en tu piel sembrare escalofríos.
Mis deseos tienen hambre
de confabulación de besos,
de acariciar tus lujurias. 
 Tus invisibles caricias me atormentan
me castiga tu suave soledad.
Incesante baila el viento
en la palida desnudez de estos versos.
 
¿Acaso tus labios volaron al alba
donde no llegan, donde no duelen mis palabras?
¿Acaso el arrullo de las madrugadas
lanzo mis esperanzas a los frios
y oscuros acantilados del eco?
 
¿Acaso tu nívea margarita
se permitio teñir de rojo
mis verdes enredaderas?
 
¿Acaso en la transparente oscuridad de mi vida
la luz de tu amor no tiene cabida?
 
 ¿Acaso merezco la pena de tu ausencia
solo por amarte? 
 
Y asi ignorante,
seguire sembrando
escalofríos en tu ausencia.