La melmana
Publicado en Dec 20, 2009
La melómana se inventa que lee telegramas
llenos de acordes primorosos. La música le es como un antiguo tótem y en él coloca sus altos sacrificios. A veces cree oír los cantos de la luna y los himnos que vienen en las sombras lúdicas. Sus palpitaciones aumentan con la música y quisiera reencarnar en un violonchelo. Transcurre de efeméride en efeméride y desmaya si un guitarrista la enamora. La melómana anda con sus percepciones nubladas y sólo vive en su irrealidad. A veces la ofuscan alguno de sus amantes pero ellos la calman con aleladas cítaras.
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Richard Albacete
Mara de la Paz Reyes de Langella