La noche envuelve a los obscenos
mientras están extasiados en sus vícios.
La noche cubre a los macabros grumetes
que besan a una jovencita en bragas.
Trae imprevistos y residuos
y entra en la recámara de los parásitos.
La noche hace tropezar al badulaque
y corta el discernimiento de los menos ciegos.
Gira sobre ejes centrales y primarios
y bajo su cobertura se trasladan los amorfos.
La noche trae preguntas e incidencias
y deja que el desalmado obre sin reparo.
La noche se viste de acuarelas negras
y es propicia para el libertinaje y para el extravío.