Uby Sacco
Publicado en Dec 21, 2009
Uby Sacco (1955-1997) El azar quiso que naciera en Buenos Aires, pero fue marplatense por historia, pasión y convicción. Siendo adolescente siguió el llamado de su sangre. Su destino, en un par de guantes de box buscó. Su talento lo arrastró a la gloria de los guantes en alto. Sus debilidades, a la tragedia de una muerte prematura. Su ciudad lo aclamó, lo ayudó, lo olvidó, lo recuerda… Mar del Plata comparte su gloria y su tragedia.
Página 1 / 1
|
Daniel Florentino Lpez
Gracias Vicky!
Tus aportes (me gustan) me parecen muy oportunos
Sirven para ilustrar al lector
Me complace compartir esta afición por el boxeo
Un deporte, sin bien violento,
que ofrece una oportunidad a muchos jóvenes
para hacerse de un hábito de trabajo y esfuerzo
para salir adelante.
En nuestro país es un deporte muy popular
e incluso son muchas la mujeres las que lo practican
con muy buena estrella (Tenemos campeonas mundiales)
Saludos, compañera de letras
Daniel
May Vicky
lo olvidó, lo recuerda…"
Otra vez mas con tu permiso voy añadir cosas, pero antes cabe destacar que no quiero robarte protagonismo en tu homenaje de ningún modo pese a los largoooossss espacio que te ando robando. Perdoname por ello Daniel!!
Ubaldo Néstor Sacco fue boxeador, campeón, seductor, contradictorio, popular, pasajero del éxito a la desolación.
Nació el 28 de julio de 1955 en Buenos Aires, en medio de las agitaciones de un país en convulsión.
Uby se transformó en boxeador durante la adolescencia. A los 17 años. En 1981 consiguió el título argentino y en 1982 el sudamericano. Ya era todo un personaje.
.
El 21 de julio de 1985, en Campioni DItalia, venció por nocaut técnico en el noveno round al estadounidense Gene Hatcher y se consagró campeón del mundo en el categoría welter juniors.
El derrumbe ante Oliva abrió los tiempos de la desgracia. En el centro de la década final de Sacco, estuvo la droga. "Empecé a los 13...", confesó en doscientas ocasiones, siempre después de sus sucesivas detenciones por tenencia de estupefacientes o por pelearse en público. Fue y volvió demasiado seguido de la cárcel, anunciando en cada regreso de prisión el nacimiento de nuevas etapas que, invariablemente, enseguida envejecían.
Como si el destino existiera, como si la historia obligara, como si fuera Gatica, o Bonavena, o Galíndez, o Monzón, Uby murió de muerte temprana. Y también de muerte triste. A diferencia de otros grandes, a él le tocó una gloria extremadamente breve. La gloria, en verdad, casi siempre es una fugacidad. A veces, la vida también.
Una vez mas te pido mil desculpas por extender mis comentarios en tu espacio Daniel.
También soy una aficionada del boxeo, aunque a esta peculiar figura del boxeo argentino, le conocido un poco mas través de este tu homenaje.
Perdonbame una vez mas por robarte tantas lineas. Si?
Estrellitas y un abrazo compañero,
De la marinera.
Nos vemos!!
Orlando Pineda