Fiel amigo:

Tengo entendido que poema se le llama al texto, oral o escrito, y la poesía es el género literario en sí. Para los griegos todo era poesía, por ejemplo, hablaban de la poesía lírica, de la dramática y de la poesía épica. Hoy en día, los estudios nos limitan con tantas definiciones, que lo único que hacen es matar al texto mismo, y por ende, a la poesía, sinónimo de belleza y de creación, de experimentación, comunicación y emoción, y muchos sustantivos más. Por lo tanto, la poesía está en cualquier lugar donde haya por lo menos un par de corazones, el que que crea el poema y el que lo vuelve a crear con sus propias emociones, experiencias y sensibilidad.

En cuanto a Edna, no existe tal, pero si existiera estoy seguro que sería tan bella como lo dices, como se intuye y refleja en cada poema. Se trata de una Edna interna o de muchas Ednas, que vemos caminar por las calles, las vemos en los parques, en el autobús, a la vuelta de la esquina o en cualquier otro lugar. De ahí su hermosura, su fragancia, su lozanía que jamás se marchita a pesar de la edad; la Edna-flor se convierte entonces en la Edna-mujer, que nos acoge o nos desprecia, que nos salva o nos condena, pero al final, siempre, nos trasciende, en cierta forma.

Bueno, concluimos este hermoso paseo, delicado, exquisito, sobrio, pero impregnado de esa misma sobriedad encantadora que la caracteriza a Edna. Amigo, me has deleitado y hecho reflexionar tanto, sobre la naturaleza del amor erótico, del amor de pareja, y suspirar, tantas veces durante este viaje.
Esto es amor puro, amor real, amor despejado de mundo, de cultura, de especulaciones y ruido.
En nuestro mundo moderno, cuando hablamos de sobriedad parece que pensáramos en vacíos. La gente -como el universo- aborrce el vacío, y entonces nos llenamos de conceptos, especualciones, de ruido.
Pero la sobriedad no habla de carencias, como bien queda demostrado en este poema tuyo, sino de equilibrio, de que cada cosa ocupe su lugar.
Yo no creo que cualquier conjunto de versos pueda llamarse poesía, ni que cualquier verssificador pueda llamarse poeta. Creo que la poesía, para ser, tiene un sinfín de requisitos y necesidades (la poesía es exigente), algunos más atractivos que otros.
La poesía no sabe de democracias ni de comunismos, por ejemplo, no lo necesita, y así entonces Edna pasa a ser la flor más bella de todo el jardín.
No tengo la diferencia exacta entre poesía y poema, pero estoy seguro que tu trabajo es las dos cosas. Y que vos sos un poeta.
Yo celebro y agradezco que hayas querido compartir esta hermosa mirada acerca de la hermosura de Edna. Un abrazo.