Pretendía ver ocultarse al sol al sur de la capital, ganar esa privilegiada escena de la naturaleza, entre montañas y  un basto gras. Un lugar esplendido, rodeado de flora y fauna. El  espacio idóneo para deleitar mis oídos con las melodías de Fausto Papetti, relajarme y encontrar esa paz interior que tanto añoro.
Lugares donde uno se encuentra pero también se pierde a la vez.
Fue repentino, algo instantáneo. No pude contener el acelerado ritmo de mi corazón. Apareció a pocos metros frente a mí, dentro de una ligera nave de color plateado tan brillante como el sol. Era un hombre delgado de vestimenta excéntrica. Bajó lentamente de su moderno artefacto y se acercó a mí preguntándome  ¿Que fecha es hoy? - sin titubeos, increíblemente impávido le dije: es noviembre del  2009.
Me llamo Johnny Lacker, gusto en conocerte - me tendió la mano  cordialmente y pude ver un brazalete hermoso pero extraño, brillaba tanto que empañaban mis ojos.
-Encantado, ¿De donde vienes Johnny Lacker?
-Vengo del futuro, soy un VIATIEMP y he venido a conocer y divertirme en tu tiempo. Verificar la veracidad sobre las cosas que me han hablado en mi clase de historia.
- sorprendido le pregunte ¿De que año eres? ¿Cuál es tu misión aquí?
- te lo explicaré todo,  pero ahora quisiera saber donde quedan los lugares de diversión como las discotecas, casinos, bares, prostíbulos, que tengo mucho que conocer de allí. Lo bueno de todo es que cuento con todo el tiempo del mundo.
-entonces si cuentas con todo el tiempo quisiera que me cuentes como es el futuro y luego te llevaré donde gustas.
Nos sentamos en el gras y me confesó que en el futuro las cosas eran muy controladas y aburridas. Todo el mundo tenía un chip incrustado y eran vigilados todo el tiempo  por una especie de gobierno global. No se tenía sexo de forma tradicional por la amenaza de enfermedades similares al sida, a cambio de ella se colocan unos aparatos que les producía orgasmos en el tiempo que ellos programen. Para tener hijos había que pasar por rigurosos exámenes genéticos y por un enorme proceso de evaluación física, psicológica y económica. Por ello la población mundial apenas llegaba al millón de ciudadanos, por lo cual no había mucha variedad en razas ni culturas. A consecuencia ellos se  sentían en la necesidad de venir a tiempos pasados a divertirse con los placeres propios de cada época.
- ¿Qué crees que te pueda gustar de esta época? Le pregunté mirándole a los ojos y esperando con ansias una respuesta tan increíble como su llegada.
- deseo saber que es tener sexo y beber alcohol, también fumar marihuana, dicen en nuestros libros de historia que el sexo era un ritual sumamente placentero, que el alcohol te desinhibía y la marihuana  servía para despejar la mente.
- conozco los lugares perfectos donde reinan esas cosas, a decir verdad parecen que son inherentes allí-le respondí con aplomo dado mi talento histriónico de saber que puedo manejar el asunto-
Lo llevé a  un conocido prostíbulo de la zona donde podía libar y tener sexo por pocas monedas que yo pagaría no sin antes pedirle la clave para activar su nave y viajar en el tiempo a encontrar algunas respuestas a la vida y conocer otros momentos perdidos por la historia. Luego de unas copas accedió a darme la clave de su nave, me despedí amenamente de él y le dije que iría al pasado y volvería luego de dos horas para ver como le va con la chica y con los tragos.  Así que cogí la nave y me embarqué en una aventura a cientos de años atrás. Llegué en un tiempo donde no existían aun los artefactos y recién se establecía el idioma castellano. Conocí las primeras palabras del castellano, observé las construcciones antiguas de adobe y quincha y una gran cantidad de hermosas mujeres rústicas de la época. Ellas vestían faldones y sombreros anchos. Estaba inmerso en un ambiente que favorecía a su conquista, por tal motivo, dado los mecanismos  aprendidos del futuro aproveché algunos trucos y artificios para enamorarlas, seducirlas  y acostarme con ellas.
La vida en aquel momento de la historia era más fácil que ahora en algunos aspectos, podías hacer fechorías con facilidad sin que pueblos cercanos se enteraran, no había sistemas de información, ni radio, ni mucho menos televisión. Las mujeres eran fáciles de persuadir y se asombraban con las ideas sofisticadas que les vendía, impresionar con una retórica dulce era la fascinación para ellas. Tener ideas futuristas del algún modo vendía una imagen de seguridad y confianza. Todo estaba bien, la máquina del tiempo estaba camuflada entre escombros, dentro de un viejo establo abandonado cerca al lugar donde vivía. Pasaron mis años de gigoló y mi  producción de cachorros humanos era abundante, una descendencia tan vasta como la de un personaje bíblico y tan complicada como los problemas de la bolsa, así que en efecto tuve que huir en búsqueda de una situación mejor a otro país. Entonces salí como fugitivo en una madrugada donde escuché el último canto del gallo. Fue una fuga apresurada que la tomé con aptitud estoica en aras esquivar la avalancha de desafueros que avecinaban
Al poco tiempo de instalarme en un nuevo país al sur de América, continué con mis ambiciones sexuales y mis ímpetus de gigoló eterno, me sentía jovial y libre a pesar de tener una adicción sexual. Un voraz e insaciable apetito sexual me había poseído, solo que en aquella época no existían aun los centros de rehabilitación para internarme. Había cambiado mucho, un giro de 180 grados, un cero a la izquierda, un fariseo, un pelafustán, un papanatas, un cretino, un mentecato, un pelagatos, un pobre diablo. Quizás el viaje había tenido un efecto embrutecedor en mi personalidad. Simplemente no era yo o no era el que creía conocer. Poco a poco debido a la proliferación de mi descendencia, mi nombre también se hizo famoso en ese nuevo lugar, así que me sentí obligado en volver a huir como una rata cobarde. Siempre saltando de zona en zona, de país en país, haciendo el papel de padrillo o semental, inventando historias como un escritor inventa cuentos y procreando por donde valla como un insecto fastidioso. Mi vida había cambiado mucho, los años pasaron tan rápido como las sesiones sexuales que mantenía. Debido a que mi promiscuidad era flagrante vaya donde vaya pronto llegaban siempre las esperadas quejas de que era una persona irresponsable e infiel, que no cumplía en mantener a mis hijos, así que empezaron a buscarme familias enteras con niños que aseguraban ser mis hijos y mujeres ser mis esposas o amantes. Fue una gran campaña en mi contra, me había ganado tantos enemigos que era cosa de suerte seguir vivo. Ya no tenía donde ir mas que esconderme en otro tiempo.
Es entonces cuando recordé por fin a Johnny Lacker y  la máquina del tiempo, así que me fui de regreso al establo donde tenía oculta el artefacto prodigioso. Cerca de llegar a la fábrica un tumulto de gente exaltada con palos y piedras me gritaban y lanzaban los primeros improperios de la lengua española. Los niños me reconocieron y corrieron con furia hacía mi para lincharme por no cumplir con mis deberes. Entonces luego de un esfuerzo sobrehumano que me exangüe de correr como un antílope para salvar su vida de un depredador. Logré alcanzar la empolvada bendita máquina de Johnny Lacker, la destapé raudamente, me subí en ella y configuré el destino y tiempo donde se encontraba el increíble VIATIEMP o Johnny Lacker.
Al llegar al destino indicado con dos horas más, observé a Johnny Lacker algo ebrio y con los ojos mirando el pálido cielo del capitolio. Su mirada atónita y congelada me hizo intuir que había logrado su cometido en esta misión.
-¿Qué paso Johnny Lacker? - pregunté sacudiéndole el brazo derecho.
-Ha sido mejor de lo que me contaron, tener sexo es algo indescriptible y esto que le dicen alcohol es un complemento que me saca de la realidad. Que no daría por vivir tus tiempos amigo. Eres Afortunado. Siempre la práctica supera a la teoría.
Decidí por darle de beber un energizante de tal modo que se normalice su estado lo antes posible. Al cabo de unos 30 minutos Johnny Lacker se levanta y veo que de su brazalete  raro sale el  holograma de una mujer robot y le dice que se le acaba el combustible de su nave y debe volver de una vez a su tiempo.
-debo regresar al futuro amigo, pero pronto volveré contigo para seguir aprendiendo de este momento. Espero no hayas alterado la historia con tu viaje.
- No creo que tanto. Soy capaz de ir donde sea por volver a usar esa máquina.
-No me iría de este tiempo sino fuera por las responsabilidades que tengo en el futuro.
- ¡Que bueno! en mi caso no  me hubiera venido del pasado sino fuera por las responsabilidades que tenía en ese tiempo jajajajaja
A propósito ¿Qué significa VIATIEMP? -  pregunté -
- viene de dos palabra VIA de viajero y  TIEMP de tiempo,  viajero del tiempo.
Nunca me podré olvidar del gran Johnny Lacker, su apariencia de candido, su humildad por aprender, y su gran aptitud llena de felicidad. Tomaba las cosas más simples de la vida con una sonrisa de oreja a oreja, no era hedonista, simplemente un hombre pleno y de fondo. Él venía decididamente para aprender. Su personalidad estaba más allá de los límites del  tiempo y su cordialidad y trato eran tan nobles como de las gentes de verdad. Subió a su pequeña nave plateada y desapareció como un destello. Me eché en cama y luego de un largo suspiro relajante en el que la curiosidad de saber de que año venía Johnny Lacker  me atrapó, en la misma forma que a el seguramente le inquietó saber lo de la marihuana. Volví a prender el ordenador y con el fondo melódico de Fausto Papetti me puse a revisar las teorías sobre viajes a través del tiempo.
Roger Alexander 24-10-2009
Diario: Intentando ser escritor