El Hacha
Publicado en Dec 29, 2009
Un solo labio, un solo diente,
una sola lengua peligrosa que sin ser de ser de serpiente venenosa golpea con el frío más hiriente. Insistente como niña caprichosa sin ninguna extremidad sobresaliente más que sus manos aferradas firmemente a su talle de muchacha buena-moza. Su rugido es un corazón latente de música tamboril y melodiosa como piedras golpeando el torrente. No es difícil compararla con la rosa aunque un pétalo tenga solamente sobre su tallo de madera generosa.
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Elvira Domnguez Saavedra
Juan Sambra
me alegra que te haya gustado, Anais.
anais
Juan Sambra