La ira de los buenos. Capitulo III. Fist Fucking
Publicado en Jan 03, 2010
Fist fucking
El enorme culo moreno de la mujer se brindaba parado como una luna llena, se meneaba despacio, movía sus carnosos cachetes rítmicamente, tenían sabor. Su compañero se toqueteaba la pija para endurecerla, algo flaccida después del pase de coca. Ella le susurro en un calido tono caribeño -hombre, entrame vamos. Para calentarlo iba metiendo, de a poco, la mano en la vagina. De pronto, el joven amante, unto su puño derecho enguantado en latex con el frasco de vaselina. Le pidió que levantara el culo y comenzó a penetrarla con los dedos. Los fue metiendo lentamente de a uno moviéndolos suavemente, ella continuaba con su mano en la concha y lanzaba grititos de goce. Ante cada respingo de dolor de la mujer, el aflojaba y seguía penetrándola. De a poco fue metiendo dedo por dedo, hasta que entro toda la mano en el culo y los gemidos de ella se hacían intensos dando cuenta de esa extraña mezcla de placer y dolor que estaba sintiendo. Con la mano dentro del culo siguió hasta llegar a la altura de la muñeca. En ese punto comenzó a penetrarla con un movimiento rítmico y continuo, empujando con fuerza, mientras su otra mano sostenía las enormes nalgas. La mujer se retorcía y pedía por favor que parara mientras continuaba masturbándose. El no hizo caso y continúo cada vez más fuerte. Ella se separo violentamente y en ese acto había una mezcla de excitación, dolor, deseo y odio; cuando salio la mano del culo ella se cago suave y placenteramente. La mierda era un elixir que reforzaba los sudores del sexo que impregnaban el ambiente. El guante de latex mostraba restos de mierda y sangre. El hombre, con la pija al palo, a pesar de la cocaína, hacia que la mujer lamiera la mierda y la sangre de su guante, mientras la mujer muy caliente comenzó a chupar alternativamente la mierda del guante y la pija del hombre hasta hacerlo acabar. A un costado, otros dos hombres contemplaban la escena, uno de ellos peinaba líneas de cocaína sobre un espejo.
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facundo aguirre
inocencio rex
sigo
facundo aguirre
facundo aguirre
Roberto Langella de Reyes Pea
"Exorcísame", vos lo leíste, la escribí para los boludos que pretenden asquearte sacándose los mocos delante de uno, no para alguien que escribe como vos lo hacés.
Todo lo demás, es cuestión de gustos, y de capacidad. A mí me cuesta mucho describir escenas de sexo, por ejemplo, aunque por ahí el texto lo amerite; pero no puedo, no me gusta cómo sale. Respecto de la violencia en sí misma, prefiero sugerir antes que mostrar, pero la verdad es que si quisiera mostrarla, tampoco sé si sabría. Para todas las cosas hay que saber. Son estilos, por suerte, diversos. Yo creo que lo más importante es ser honestos con uno mismo. Y cuando sos honesto, se nota. A vos se te nota tu honestidad, así que no creo que vayas a decepcionarme. Estamos hablando de esto, pero ya hay otros elementos brillando en tu historia. "Menem", por caso. Y todo lo que ocurre en el primer capítulo, de lo que uno quiere saber más. Lectores a los que no le vayas a gustar, siempre va a haber, aunque seas el tipo menos grosero del mundo. Así que, sé tu mismo, que por lo menos yo seguiré leyendo. Un abrazo.
facundo aguirre
Roberto Langella de Reyes Pea
Está bien, es necesario, desde mi punto de vista. Vos hablabas advirtiendo a los prejuiciosos. La descripción sexual y escatológica no es mi fuerte, ni leyendo ni escribiendo, pero reconozco las diferencias de necesidad, de estilo, ed objetivos, incluso. Hay recursos, los utilizamos o no, nada más. Particularmente, lo que puede llegar a molestarme es la gratuidad con que a veces se utilizan recursos, de esta índole o de la que fuere. En la novela quizás me moleste menos, porque el género tiene necesidades que le son propias, y que se diferencian de las del cuento o la poesía.
Por ejemplo, vos mismo escribiste "El Blues de la Cocaína", está muy bien escrito, pero no es la literatura que más me interesa. Ahora, una novela es a un poema lo que una sinfonía a una canción. Si yo digo después de leer este capítulo, "ah, no me gustó", y dejo de leer, soy un reaccionario de mierda que lo más probable se pierda todo lo demás que tenés para decir, y a lo que este capítulo le es fundamental, como parte integrante de la realidad a la que estás remitiendo. La novela no es inmediata, por lo tanto, te da una libertad que a mí me parece, ni la poesía ni el cuento te dan.
Por lo demás, yo ya conozco tu estilo y la calidad de tu trabajo. A lo mejor me costaría más continuar si esto fuera lo primero, y arribado hasta aquí. Pero bueno, también siempre está la posibilidad de salirse momentaneamente del juego, ir a ver cosas más cortas del autor, a ver de qué va, y luego sí decidir si se continúa con la novela o no. Son las posibilidades que nos ofrece Textale.
Y voy a seguir leyendo amigo, ni te pienses que vas a espantarme así tan fácilmente, con un par de escenas obsenas. En mi barrio me llaman "estómago de hierro Roberto", ja!. Un abrazo.
facundo aguirre