Terraza
Publicado en Apr 23, 2009
Terraza
En los alrededores de esa terraza, desde donde el hombre mira el cielo nocturno, anda una guitarra agazapando notas entre cuatro paredes y no puede contener las ganas. Ni las ventanas cerradas, las cortinas entornadas o las llaves en las cerraduras sirven para esconder el llanto y la alegría que se montan en cada acorde. Finalmente ellas, las notas sin dueño, salen a la noche para regalarse obsequiosas al oído del hombre solo… que mira el cielo. Por un momento él cree que la guitarra es un invento, y que la música le llega desde lejanas estrellas que viven dentro de sí, como un marco sonoro a las imágenes que flotan a su alrededor. Pero en otro momento siente que alguien inventa la música para él, desde algún lugar cercano, indeterminado, desde un sitio de complicidad inconsciente. Una extraña simultaneidad de vivencias entre dos desconocidos. El guitarrista encapsulado, con la vana intención de no ser descubierto, y los ojos del hombre, mirando distancias que no puede comprender. Ambos sienten idénticos impulsos de ser una nube, o una gotera. Los dos diseñan a la noche, que se deja moldear como un gajo de arcilla, los dos escriben ahora cuando el hombre recuerda. Curiosa y mágica terraza fue la de aquella noche, con nubes iluminadas desde abajo, desde la ciudad, desde la desesperanza. En un instante el hombre baja por las escaleras despidiéndose de los pensamientos, y en ese mismo momento, la guitarra también se despide. La función terminó... hay que volver a casa. Diciembre /97
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Mar Sal Garca
Mar