Viene la noche
Publicado en Jan 06, 2010
Viene sucia la noche
llega sobre las barracas rotas de azul viene a quebrar a vencer ojos llega en llagas sobre cabezas rapadas viene y se va en huesos a flor de piel viene cabalgando en liendres llega en un ensueño de letrinas a ensañarse en un trozo de pan a piedra escondido para mañana y no habrá mañana Si mi amor pudiera escapar ¿qué ardid buscaría en el sueño? ¿un grito? ¿un tragarse hasta el fondo todo el llanto? ¿un brebaje a tu boca y que tu ausencia murmure presente? Mi amor atraviesa el campo atestado de prisioneros arrastra los pies del sector E al playón gris agobiado ante tanta visión de espanto como un sol estaqueado para siempre en una mirada pequeña; mi amor se perpetua con hambre al mediodía se le enrojecen los dedos de tan encendidos colgados a la alambrada Si mi amor un día se rebelara; si un buen día se le ocurriese gritar a plena luz que odia con toda su alma este estrépito de sirenas este aleluya a fin del mundo Si fuera capaz de despellejar la humareda en tu cuerpo hermoso, si le sobrara la audacia como para salir a robar el porqué de esta inmensa noche: crecerían las pasiones como una primavera de derribar prisiones; crecerían las lilas y las campanillas, furibundas enredaderas reducirían a nada cada verdugo guardia patíbulo Pero mi amor se entristece más de lo conveniente, deambula a la deriva con el ardor extraviado la mirada a cielo hueco y su nubosidad invariable, se acoraza de moretones y costillas intentando aplazar los fieros vientos de la muerte; sobre mi pecho se deshilacha un poema un deseo por cruzar las lluvias torrenciales las distancias abominables las fauces del viernes lunes martes y te besará en los labios algún domingo salpicará de chispas violentas las torretas sombrías el desabrazo tan triste de las despedidas pero... viene sucia la noche llega sobre tus mejillas y su rubor calcinado viene enredada en un beso a gas, llega en trenes helados desde el intestino oscuro del miedo; llega en trenes cerrados desde la otra punta del infierno vienen colmados hasta el techo de otras desgracias con estrellas partidas en el pecho, vienen silbando un cielo más negro que el último sueño; vienen a redondear la cifra de la bestia multiplicada en diezmil noches más negras que ningún sueño.
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Verano Brisas
Pili
He leído mucho acerca de los campos de concentración nazis, del olor a gas, de esos trenes repletos ya de cadáveres, y ciertamente tu poema es un espejo de una cruel, muy cruel realidad...
Malditos hijos de puta, Gus..! ya se que es descortés decirlo de ésta manera, pero por todo lo que se, me permito el lujo de calificarlos así.
Que os digo..? como todo lo de vos...excelente. Mis aplausos, poeta.
Un beso.
Pili.