El rbol de la vida
Publicado en Jan 06, 2010
Se alzaba sobre mi el árbol con sus ramas serpenteantes repletas de hoja verde.
Lo miré y lo miré hasta que solteé a llorar. ¡Cómo te odio! Te burlas de mí porque ya quisiera yo que esas ramas fueran mis venas, y tus hojas mi dolor. En otoño caerían y quedarían en el olvido, y en invierno, el frío me abrazaría con su envidiable calma. Las aves posarían en mi, y yo las protegería de la tempestad, así como ahora lo hago con mis seres amados. Viviría varias décadas más, sorprendiéndome de los cambios bruscos con los que me trataría el tiempo, tal y como ahora no me deja de sorprender la especie humana. Crecería y crecería hasta asomarme sobre los tejados, me columpiaría con el viento, brotarían de mi flores y frutos... Y no cabría cerebro o razón alguna para estar pensando en nadie ni nada. Aunque ahora que lo veo, en realidad soy como tú. Árbol que morirá y nadie recordará. Árbol que en un par de días un mísero hombre vendrá a talar. Así como el que ha venido a arrancarme la vida, arrancándome del suelo, viéndome crecer, oliendo y degustando mis flores y frutos. Así para que al final viniera con su aire orgulloso a cortar mis ramas... A talar árbol de mi vida.
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raymundo
Arantelle