Calidad de la Educacin y el Rol del Profesor
Publicado en Jan 07, 2010
Calidad de la Educación y el Rol del Profesor
Introducción El presente ensayo tiene por objetivo reflexionar sobre el rol docente en la calidad educativa de nuestro país, abordando como principio básico qué entendemos por calidad de la educación y rol del profesor, conceptos que van relacionados a la hora de abordar esta temática. En nuestro país la educación se ha convertido en interés no sólo para los involucrados directos, sino también por otros sectores que coinciden en que la educación es la vía más importante para el desarrollo un país. Muchos son los artículos publicados y realizados por instituciones oficiales y organismos no gubernamentales que abordan el proceso educativo desde una mirada crítica. A modo de ejemplo: los análisis sobre el resultado del SIMCE, dejando en evidencia la dificultad de elevar la calidad de la educación y disminuir la brecha entre los diferentes niveles socioeconómicos. Para mejorar la calidad de la educación en necesario abordar el lugar donde se realiza el proceso de enseñanza- aprendizaje, es decir en la sala de clases, donde la calidad del profesor, su constante perfeccionamiento, el análisis de su propia práctica pedagógica juegan un rol fundamental si queremos conseguir aprendizajes significativos y como resultado una educación de calidad. - Calidad de la educación Para nadie es un misterio que por estos días los actuales paradigmas que rigen el modelo educativo, se entremezclan con posturas del orden administrativo provenientes del mundo del managment and enterprises (encargadas de racionar un currículo inductivo, estándar, con sesgos hacia el mejoramiento del capital humano y la producción eficiente) con modelos ético- filosóficos, desarrollando una curiosa mixtura seguida por profesores y estudiantes sin mayores objeciones. Ramonet (1998) en “Aprender para el futuro: Nuevo marco de la tarea docente”, Fundación Santillana, Madrid, 1999) confluye con la idea anterior al expresar que el mundo educacional se adhiere a la retórica del capital humano y, que este concepto…” no sólo no ha perdido relevancia sino que es un terreno a debatir y disputar, tanto desde la política y la economía como desde la educación y la cultura”. Como añadidura, se debe entender que este concepto es transversal a las ciencias sociales y, que éstas, en su afán de convertirse en ciencia positiva, sinónimo de utilidad y descubrimiento, han matematizado, integrado y traspasado su semántica a las ciencias económicas Las últimas mediciones dadas por la prueba SIMCE dan como resultado un insatisfactorio efecto de las prácticas pedagógicas al interior de las aulas. En virtud de lo último podemos suponer que las exigencias de los diferentes estamentos educativos son diferentes el uno del otro, abarcando tanto gestión administrativa del establecimiento, como apoyo familiar de un estudiante y la desigualdad social en la cual se ve inmerso. Si ahondamos en este tema no podemos enajenarnos de los grandes esfuerzos que realiza el estado para postular una educación donde conceptos como, inclusión educativa y calidad son permanentes en políticas públicas, las que por estos días no han cumplido con uno de los objetivos rutilantes de cara a una magna propuesta país: disminuir la brecha existente entre la calidad dada a unos pocos – frente al exiguo estándar de desarrollo social para un no menor porcentaje. La OSDE (1995) define la educación de calidad como aquella que “Asegura a todos los jóvenes la adquisición de los conocimientos, capacidades destrezas y actitudes necesarias para equipararles para la vida adulta. En este sentido la teoría apunta a un objetivo claro; sin embargo, la realidad dista mucho de serlo y a mi juicio depende del lugar donde se realiza el proceso de enseñanza aprendizaje “el aula”. - El aula como efecto aglutinante. El aula debe ser aquel lugar en donde converjan diferentes estilos de aprendizaje, diversos orígenes sociales, variopintos conocimientos previos y formas de expresión. Sin embargo, cuando realizamos mediciones estandarizadas, no podemos visualizar este “efecto aglutinante” de habilidades y talentos. Es aquí donde nace un efecto fenomenológico muy interesante (por cierto, este efecto es inherente al elemento escuela, ya que no existe el único principio, método o técnica en educar), por lo que es necesario realizar las siguientes preguntas. ¿Qué importancia tiene el contenido dentro del acto educativo ? ¿Qué es educar con eficiencia? ¿Cuál es el papel del profesor en este proceso educativo? Para responder a esta pregunta, debemos escudriñar hasta encontrar aquella esencia, aquel camino que nos lleve a construir un marco teórico que tenga como cabeza el ámbito convivencial de la experiencia educativa (ya que no toda experiencia es educativa, al menos que sea significativa pasando a ser percepción de lo aprendido), debido que es ahí donde los aspectos críticos nacen y por efecto paradoja, deben tener una solución plausible. Queriendo encontrar un bosquejo de lo que llamamos el educar; dejando de lado la cristalización de la idea para su entronización, es que profundizaré en una interpretación del acto educativo de acuerdo a lo que el convivir con los estudiantes, profesores y equipos directivos, se recoge como alimento de desarrollo profesional - El contenido como fuente de aprendizaje. En el momento de pensar en la pregunta ¿qué significa el concepto contenido?, vienen a mí distintas definiciones. Una de ellas, podría ser: El contenido es un bloque de estructuras poli semánticas, que envuelve una idea fuerza, un hilo conductor, que unido a la capacidad reflexiva del profesor en su entrega, puede y debe fomentar el espíritu critico en sus alumno. Pero esta definición, si bien se enmarca dentro de los parámetros que la academia profiere como definición, es un poco extensa y entrega un aire de rutina. Ésta definición, aunque menor en extensión (y quizás un poco poética), engloba para mi lo que esto significa. Contenido: aquello que espera por ser descubierto, analizado, para dar paso a la idea autónoma y la construcción de conocimiento. Ahora, la importancia del contenido radica en que estos son un cúmulo de constructos que dan una base o piso que transforma una experiencia en una percepción. Es que no puede haber percepción sin conocer lo percibido. Podría decirse incluso que todas las percepciones cambian a medida que el contenido va tomando parte de mi acto de percibir. Esto quiere decir que la ignorancia o la sapiencia son solo actos de interpretación, puesto que lo que para uno es arte, para otros es chabacano, poco glamoroso e ínfimamente importante. El estudiante no es ajeno a este proceso. Por tanto el profesor y su metodología, otro elemento del sistema, deben estar enfocados a acercar el contenido a su experiencia, mutando a percepción y luego a conducta; a su vez se da de forma inversa en el momento en que él o ella, quien percibe la conducta, realiza su interpretación. Para finalizar este apartado, solo queda por decir que dentro de todo este proceso, el profesor debe tener una gran preparación que va más allá del aprendizaje memorístico y la actividad con un propósito u objetivo por clase: debe ser un interprete de las interpretaciones de sus estudiantes y guiar este caudal de información a fines trascendentales. Sin duda que para ello necesitamos un nuevo marco curricular, nuevas exigencias profesionales y sin salvedades, destituir el criterio burocrático de nuestras instituciones rectoras, que impiden cambiar a una persona o un objetivo que sea imposible de reconocer en la práctica. -Disparidad en eficiencia o ineficiente equidad La eficiencia es un concepto que aúna criterios. Son muchas las definiciones que existen sobre ella, pero todos desembarcan en la idea de que eficiencia es calidad, mejoramiento de los procesos, maximizar la utilización de los insumos, o bien, hacer correctamente el trabajo. Recapitulando brevemente, puedo decir que este realizar bien el trabajo, se enmarca dentro de límites interpretativos gubernamentales sobre calidad y , a su vez, dentro de la posibilidad de acción real del docente frente a los recursos que posee. Se sigue además, un marco ideológico - democrático, que invita a participar a sus futuros ciudadanos de una forma de ser frente a la vida. En educación es frecuente hablar de eficiencia cuando se habla de las evaluaciones docentes y de las pruebas estandarizadas que comprueban la calidad del trabajo del profesor con sus alumnos. Pese a ello mantenemos resultados muy disímiles año a año. Con esto quiero representar situaciones como las que viven escuelas que están dentro de las mejores de la región y al año siguiente salen de este sitial de privilegio, pese a que se implementan las mismas, e incluso, mejoradas estrategias educativas. ¿Por qué pasan situaciones de este tipo? ¿Acaso el llegar a determinado umbral de excelencia, el insumo comienza el proceso típico de desgaste? ¿O nace el darse cuenta en este proceso con personalidad pensante desligada de aquello que se espera obtener, con orientaciones hacia sus propios procesos y objetivos?. Como lo explique anteriormente, se necesita de una percepción para corroborar el aprendizaje, una prueba que lo realizado tiene cabida dentro de lo que se espera. Entonces el profesor debe forjar en sus alumnos un sentido de pertenencia perceptiva, un sistema de entrada y salida de información pertinente al tiempo historico. Entonces si evaluamos la incidencia del profesor en la calidad de la educación, que a su vez tiene como máxima la eficiencia, tendremos que situar un sinnúmero de eventos que pueden favorecer o alterar la asimilación de este caudal informativo o base perceptiva, según lo queramos llamar. No olvidar que los tiempos que corren , es significado de información a rabiar y de relaciones interpersonales cada vez más aisladas de la discusión focal y el debate, nos debe situar en una carretera de opciones y de aprendizajes tan diversos como lenguas y costumbres existen . Saltar del banco con el cuaderno y el lápiz, al PC, a Internet, a un click de mouse y al inalambric wireless, sin duda que cambia lo que como mundo se posa frente a mis ojos, lo que de posible hay y de cómo lo imposible es logrado. Tal capital cultural on line , debe ser manejado y analizado por el profesor en el momento de maximizar el producto de acuerdo a estilos de aprendizaje( estilos perceptivos) y habilidades logre encontrar en el sujeto observado y evaluado. Como no caer en un reduccionismo y el minimizar, clasificar y alienar las partes constituyentes del todo, es y será un problema con no menos desafíos. - Calidad de la educación como propuesta de mejoramiento unificado Para finalizar este escrito, es preciso decir que todos los esfuerzos que se hacen por mejorar la calidad de los aprendizajes, deben ser orientados a potenciar las habilidades inherentes de cada estudiante, dejando libertad para el pensamiento divergente y la apropiación. Si esto no ocurre, nos moveremos dentro de una ley de eterno retorno , situación entrampada en conceptos de lo que queremos obtener , que es lo correcto por hacer y de cómo el error significa aversión a ideas diferentes de las que se esperan normalmente. Formar calidad no es sinónimo de números o promedios definidos de antemano, sino tomar una esencia, un potencial en ciernes y llevarlo a un máximo de desarrollo, inculcando un afán autodisciplinante que lleve a descubrir intereses y motivaciones. Solo de esta manera podremos tener la suficiente convicción de dar a conocer todas las opciones del abanico y, también tener en cuenta que aquel abanico ni muchos otros, serán los elegidos, ya que todo es solo un tema de interpretación y conceptualización que puede ser flexible; como también riguroso y cerrado al diálogo.
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