MIS BESOS, TE DOY...
Publicado en Jan 08, 2010
Te doy mis besos
hasta agotarlos uno a uno, te los doy de una y mil maneras: los dejó caer, gota a gota, en la copa de tus labios, los dejo caer como cataratas desde la cima de mi ser apasionado. Los dejo jugando a resbalarse por tu piel amarilla. Te doy mis besos amarillos también; los que me hacen sonreír a mediodía; los que recuerdo que te di antes de partir hacia algún lado. Todo el tiempo te doy mis besos. Te los doy tanto que en ellos se me va la vida... Te doy todos mis besos, hasta consumirme yo en ellos. Te los doy picados, en rodajas, te los presento en la bandeja extendida de tu cuerpo, te los doy solos o acompañados; te los doy envueltos en las hojas tibias de mis labios. Te doy mis besos cuando apenas amanece, Todas las mañanas te doy mis besos y también te doy todas las mañanas, en el río de los minutos que pasan, cuando me voy y cuando regreso, incluso, te los doy en la distancia; en medio de la noche y de todas las noches, te doy mis besos y te los doy, sin distingo, en mis sueños. Te doy mis besos en conserva, en salmuera, te los doy rellenos de todos los recuerdos: de ti y de mí, del té de frutillas que tomas con tus alimentos, de la música de tu arpa y de tus abuelos. Te doy mis besos gratinados, elaborados uno a uno, sobrepuestos, te los doy en mil capas. Te doy mis besos cuando leo o cuando escribo una palabra, te doy mis besos cuando cierro los ojos, cuando hago una pausa y te respiro, cuando el frío o el calor hace de las suyas en mi cuerpo; te doy todo mi cuerpo, porque mi cuerpo todo es un solo beso. Nada mejor nos define que un beso, porque en él, dejamos de existir y nos abandonamos sin tiempo.
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Roberto Langella de Reyes Pea
Jos Antonio
Un abrazo.
Carol Love
Ahí van besos amistosos
Jos Antonio
Sus palabras son indefinibles para mí. Tienen también mucho de misterio, de arrobo por lo que creemos que es bello y tienen, también, mucho de razón, porque si de razón se trata, estos textos que apenas considero míos, porque los ha inspirado ella, no serían nada sin esa cosa medio oriental que dice que encuentra. He aquí la razón de todo: Akira, a quien no pido más que su dicha, su plenitud, su expansión en la vida pues hace de la nuestra, de la mía, lo más hermoso que hay. ¡Ay! amigo... Toda intelectualidad queda reducida a polvo, toda converación queda reducida a nada... a veces, sólo basta sumirse en una actitud de contemplación hacia el ser amado, y ser testigo de cómo va creciendo dentro de uno, en medio de la vida, como un hermoso árbol. Ese bosque profundo y frondoso del que hablas es el misterio mismo del amor. No soy yo.
Mi afecto de siempre.
Roberto Langella de Reyes Pea
Si Textale fuera un lugar geográfico, tendría un bosque profundo y frondoso, y a vos te hago viviendo dentro de ese bosque, en una cabaña, como un sabio ermitaño (o hermitaño, ahora no recuerdo, un lapsus).
Tu poesía se distingue porque sos amoroso hacia el lector; no esperás nada de él, no esperás ni aceptación ni aprobación, y eso es porque escribís poesía como respirás. Regalas belleza, de la misma manera que un pájaro o una flor lo hacen.
Sos alguien de un raro equilibrio interno, pero ya lo sabés, y entonces para qué lo digo. Me parece que un día de estos te voy a dedicar un poema, no sé si me entendés lo que me inspirás. Sé que con vos mantendría largas conversaciones, por ejemplo, pero no tengo la premura intelectual de mantenerlas. ¿Me explico?.
A veces le exigimos anécdotas a la gente, por ejemplo, para comprobarlos. Lo exigimos o lo esperamos, de alguna manera, porque el conocimiento en nuestra cultura en mucho se basa en anécdotas, me parece. Creemos conocer a alguien en la medida en que conocemos su historia, y por ello, más sentimos valorar a la persona, y más nos sentimos consustanciados con ella. Con vos, me pasa sentir ques e rompe toda esa dinámica. No quiero exagerar, pero me parece mágico.
De alguna manera te sé, José Antonio, de alguna manera te conozco, y no necesito de vos más que lo que ya hay, tus poemas. Soy un tipo que te contempla, nada más. Un abrazo.
Jos Antonio
Andica
te doy mis besos cuando cierro los ojos,
cuando hago una pausa y te respiro,
cuando el frío o el calor hace de las suyas en mi cuerpo;
te doy todo mi cuerpo,
porque mi cuerpo todo es un solo beso"
me quedo con esto, que vale oro amigo, vale oro...