Era la noche del 10 de abril, madrugada del 11. Parecía ser una noche como cualquier otra, el sonido del silencio daba vueltas por la casa como cada dia. Todos dormian y nadie se imaginaba que ese dia iba a ser un dia especial, triste. El brusco sonido del teléfono sonó alrededor de las dos o tres de la mañana. Me asusté. Muchas sircunstancias me invadian la cabeza, no sabia que pensar, pero lo presentía. Comencé a rezar, estaba segura que el llamado se trataba de ella, que no estaba bien. No lograba volverme a dormir, los ojos se me cubrían de lágrimas y los pensamientos eran cada vez mas pesimistas. Cuando logré finalmente recobrar el sueño escuché el ruido de la puerta al cerrarse y a mi tía Stella que entraba en la casa para quedarse con nosotros mientras papá y mamá marchaban apurados hacia el hospital. Eran las cuatro de la mañana y el corazón me latía muy rapido, no quería hacer otra cosa mas que llorar. Logré dormirme nuevamente cuando de repente el teléfono volvió a sonar. Atiendo o no atieno?, que hago?, quien será?, no lo dudé mas y me levante desesperadamente a atenderlo. No fui la primera, el teléfono ya habia sido atendido por mi tia, silenciosamente atendí y temblando apoyé el telefono sobre mi oido derecho. "Era lo mejor que le podia pasar", fue lo primero y unico que bastó para comenzar con un mar de lagrimas que todavía no termina. Con cuidado corté y corri a despertar a mi hermana mas grande, Guadalupe. Estaba desesperada, no paraba de temblar ni mucho menos de llorar. "No, no, no se fue, guada, se fue" gritaba mientras saltaba hacia su cama para abrazarla. Ella no entendia mucho, era una noticia demasiado dura y demasiado fuerte como para habersela enterado de esa manera, pero yo no podia pensar mas que en lo que habia escuchado en ese momento. Destrozadas llorabamos y nos abrazabamos, "tenemos que ser fuertes". Imposible. Nunca, gracias a Dios, habiamos estado en una situación como tal. Sentia que la cabeza me ardia, mientras un nudo en el estomago y en la garganta no me dejaba hacer mas que llorar o gritar desesperada. Sentia tambien una fuerza entre hermanas, un algo que nos estaba uniendo. No me imaginaba el resto de una vida sin ella, sin poder verla, ni abrazarla, ni ayudarla a pararse, de hecho creia que podía recuperarse. De a poco fueron viniendo familiares a contenernos, a estar con nosotras y acompañarnos en ese dolor espantoso, en ese momento que nos tocaba vivir. Abrazos tras abrazos, lagrimas tras lagrimas, lamentaciones tras lamentaciones, realmente no lo entendia. Recuperé el aliento y llame a pili, la primera de mis amigas en enterarse. No llegue a decir A que nuevamente quebré. Cuanto antes pudo estaba en casa, la vi entrar por la puerta de atras y un enorme abrazo nos camufló como a una sola. Lo unico que queria era estar con mis amigas y sentirme contendia por lo que fui al colegio donde no duré mas que 3 horas en las que sentia que todo me hacia acordar a ELLA, y no habia minuto en el que no derramara una lagrima. Era un dolor tan raro el que sentia, que no podia explicarlo a nadie, era como una especie de quiebre interior, de sentir que algo me estaba faltando, como si una parte de mi se hubiera ido con ella. AL llegar al colegio mis amigas me recibieron sorpendidas, nadie entendia porque no podia parar de llorar,pero de a poquito se fueron poniendo al tanto de mi situacion y cada una que se enteraba venia y me abrazaba. Las sentia conmigo. "No estes mal du", "son cosas que pasan"(lula), "Alla va a estar mejor.No estes mal, te amo"(juli), entre las que puntualmente me acuerdo. Me retiré llorando una vez mas, "por qué ella?" era tan buena, tan inocente, nunca habia hecho mal a nadie, nos habia cuidado como a nietas verdaderas, seguia sin comprender nada. Llegaba un momento que hasta la cabeza me latia, los ojos me pesaban y ardían de tanto estar mojados, la nariz tapada, yo por dentro destrozada. Milagrosamente pude dormirme despues de almorzar hasta que a eso de las 6 me desperté, era evidente que estaba agotada, que el llorar y pensar tanto me estaba desgastando fisica y psiquicamente. A las 7 era el velorio al que como tal masoquista asistí junto a pili. Habia muchos conocidos grandes entre los cuales busqué a Vida rapidamente. Lo vi y no dude en darle un gran abrazo, y un nuevo mar de lagrimas derramadas por el mismo propósito. Quise ingresar a la habitacion donde se encontraba ella, donde iba a verla por ultima vez. El piso era de azulejos grises y resbalaba un poco, el cajon estaba rodeado de ramos inmensos de flores con nombres de familias diferentes y ella ahi adentro. Yo no estaba sola en el salón, dos señoras tambien le lloraban a mi izquierda. "Por que, por que, por que" otra vez invadia mi cabeza. Seguia sin poder entenderlo. Miraba al cajón mientras lloraba y me hacia esas preguntas hasta que lo besé y me retire del lugar. Di una vuelta mas entre la gente y pedi irme, ya era demasiado para una chica de 14 años que habia perdido a su abuela a quien amaba profundamente. Fuimos a buscar a pepa a voley, entré y explique el porque de mi falta durante la cual no pude contenerme. Cande chavero me vio y no paso un segundo que vino a abrazarme, Malena lo mismo. Necesitaba tanto a mis amigas, poder descargarme, intentar que alguna lograra expicarme el por que, pero no lo logré, a pesar de que fui tomando pequeñas cosas que me iban diciendo que me ayudaron mucho. Esa noche dormí en lo de pepa, no me costo mucho entrar en sueño, los llantos me habian desgastado y el dolor ya era insoportable y me dormi creyendo, queriendo y deseando, que fuera un dia nuevo, y que todo lo que habia vivido en ese dia halla sido solo un sueño.. 'COMO DUELE' Milagros de Urquiza 5/12/2008