TRÍPTICO ERÓTICO
 
 
I
 
 
¿Sabes Marcela
Que cada que pasan tus tacones,
Bailan mis penas
Y asoman mis temores?
 
Por eso atisbo
Detrás de los señores
Que discuten derechos,
Por eso sueño
Con tus suaves rumores,
Con tus límpidos ojos,
Con tus nuevos colores.
 
 
 
Y acaso con la vana,
Sutil esperanza
De ahogar tus rencores,
Persigo tu sombra por los corredores.

 
 

II
 
Un mustio sol,
Llovizna afuera,
Entre el tumulto de estudiantes
Mi amor acecha.
 
Y en tanto que gira el picaporte
Tiembla el ensueño,
Me sobresalto yo,
Y trémula susurra la sirena.
 
Yo no podría decir si pasas,
O apareces de pronto,
Pero una inválida zozobra
Me conquista y sólo acierto,
En beatitud absorta,
A mirar y remirar
Tu angosta, tu etérea silueta,
Que huye, que escapa,
Que me arroba.
 
III
 
¿De qué modo
podré decir , Marcela,
Tantas y tan inútiles cosas?
 
Tan sólo viendo
Cómo pasan tus ojos
De un destello solar,
Recóndito y fugaz,
A una suave y muda serenidad,
Yo adivino el amor
Y el triste deambular
De tu espíritu errante y sin solaz.
 
Por eso Marcela
En vez de hablar,
Me callo
Y te busco en mis sueños sin cesar.

 
 
Y si te acecho,
De vez en vez te asalto,
Con mirada furtiva
Y pertinaz,
Por ver si arranco,
Un poco de tu aroma
Y de tu aliento,
Para luego escapar,
Hacia un lejano mundo
Estelar,
Donde florezcan los sueños
Y la soledad.