Maana: Conversacion con angel(Parte 11)
Publicado en Jan 11, 2010
Siempre había creído que los ángeles solo existían en el cielo, admito que también dude de su existencia pero los hechos y mis vivencias me demostraron lo contrario. Hoy se que no existen en el cielo…
Se que están en todas partes y a veces en ninguna y sin embargo siguen estando, se que pueden acostarse a tu lado y abrazarte sin que siquiera los sientas y confortarte en los peores momentos, se que entran y salen de nuestros sueños a su antojo, se que caminan por la calle como cualquier otro, que se levantan, se visten, comen, trabajan y hasta son capaces de vivir una vida como cualquier otra persona lo haría pero siempre con una razón. La razón que hoy me sienta a contarles esta historia, esta historia que en algún momento fue mía, esta historia que quizás hoy es tuya o tal vez mañana podría serlo. Hoy vivo en otro momento, no soy lo que les dije que era cuando empecé a contarles, mi nombre podría ser Amaia, tal ves Ángela o quizás Lucia, lo cierto es que si algún día nos cruzamos como se que es posible podría decírtelo pero no cambiaria en nada que lo sepas. Llega el momento del hasta luego porque creeme no existe el adiós, así como no existen los finales pero como ya lo dije esto es una historia y toda historia a veces llega a un momento en el que ya no puede continuar y es ahí cuando mostramos los detalles que dejamos en vera al principio y es aquí donde aparece lo importante porque recuerda que cada vez que una historia se acaba siempre hay otra que esta por empezar y mañana podría ser tu historia la que comience. Apuesto ah que desde el principio pensaste que las conversaciones eran las de Amaia y Ángel. No, no es así las conversaciones son entre tu y yo en cada parte de esta historia, ¿no te diste cuenta que era a ti a quien le hablaba? Igual no importa si me escuchaste o si me entendiste y se que en algún momento tarde o temprano lo entenderás, se que siempre hay alguien cerca de ti susurrando a tu oído, se que se puede volver a empezar y aprender aquello que no se entendió, se que no importa cuanto tardes o cuanto cueste tarde o temprano lo lograras. Mi pequeña ya había cumplido 13 años ese día en que tome la decisión que cambiara muchas cosas sobre todo mi mañana. Éramos una familia normal como cualquier otra, discutíamos como todos lo hacen pero siempre nos apoyábamos y nos queríamos a pesar de las situaciones que este camino trae consigo y a veces nos enfrenta, si tuvimos malos momentos pero siempre tratábamos de superarlos y salir adelante, siempre poniendo el sentimiento, el amor por encima de todo lo demás. Ella hacia años había dejado de verlo como es normal y yo sin embargo solía ir a mi habitación cuando estaba sola para conversar con el. Me contaba cosas que nadie en ese mundo podría contar y me hacia sentir una paz interior que me llenaba el alma aunque a veces me fastidiaba un poco saber que el siempre estaba un paso delante mío en mis ideas y mis pensamientos pero era en esos momentos sola con el que entendía que todo vale la pena. Cada pena, cada sufrimiento, cada herida, cada llanto, que no hay dolor en la vida que no tenga un motivo así como no hay alegría que no lo tenga, cada sonrisa, cada risa, cada momento de felicidad todo es por una razón y es por eso que todo vale la pena. Fue ese 24 de diciembre en vísperas de la navidad el día, cenábamos en la casa de su familia como era habitual pasar una fiesta con ellos y otra con mi tío del alma. El ambiente era algo frió pero mi niña hermosa parecía llenar de alegría y por un momento me vi sentada en esa mesa conversando y riendo con ese hombre como si jamás hubiera sabido lo que hizo o como si no lo hubiera hecho, no solo lo toleraba si no que hasta con los años me había empezado a agradar como no hacerlo si el tenia adoración por su nieta y para ella su abuelito era el gran hombre, ese que le toleraba mas de lo que sus padres le toleraban, el que la consentía en todo, como no tratar de perdonar e intentar que me agrade si era el padre de Ángel y nuestra hija lo miraba y lo abrazaba con ese brillo tan bello en sus ojos, como quitarle a ella lo que apenas tuve y siempre añore, ella tenia a todo su familia junta, cerca, no se si hubiera soportado dejar sin familia a mi hija por no ser capaz de perdonar, así que fue lo que hice durante estos trece años desde que ella nació, es mas cuando la tuve sobre mis brazos por primera vez ese fue el día en el que realmente aprendí que no se trata de venganza si no de saber perdonar. Y sin embargo ahí estaba sentada y no podía dejar de pensar, ya no quería vengarme pero volví a contemplar esa escena en la mesa todos juntos y recordé lo que me dijo aquella vez mi ángel que esta era mi ultima vida con ellos así que debía disfrutarlos y sentí miedo, temor de solo pensar que no los volvería a tocar, abrazarlos, a tenerlos de esta manera, sentí que no quería superarme, ni ser superior a ellos, solo quería tenerlos, vivirlos conmigo y amarlos como lo hacia, como podía dejarlo si eran lo mas bello que tenia, me excuse en la mesa un segundo y fui al baño para pensar a solas un momento y el apareció de la nada- -Puedes dejar de pensar eso Amaia- No puedo, no quiero y no entiendo… -Por lo menos para un segundo Amaia- No lo tengo, me dijiste que debía disfrutarlos ¿no es así? -Si, pero pensando estas cosas no lo estas haciendo deja de preocuparte por el mañana y vívelos hoy Amaia- Se me complica no preocuparme cuando se que el mañana con ellos jamás llegara -Por eso es que se supone que no deberíamos hablar con ustedes, mira lo que estas pensando ¿realmente serias capaz de hacer eso? Amaia- Si me permite volver a tener esto si - Pues no será así, como yo lo se lo saben todos los superiores para que eso funcione deberías equivocarte realmente no planearlo como lo haces y los motivos deberían ser de verdadero rencor y no por amor Amaia- ¿Y entonces que hago si no quiero ser mejor que ellos, ni superior, ni estar en otro nivel solo estar con ellos? - Mírame yo estoy contigo y como yo lo estoy tu lo estaras en todo momento Amaia- Por eso mismo si puedes ¡tu mírate! estas así aquí conmigo porque ya no toleras ser mi sombra, porque en el fondo deseas estar como lo esta el, dime si no sentiste la necesidad alguna vez de sentirme realmente como una persona común y corriente, de tocar mi piel y que realmente pueda sentir tu mano, de abrazarme, ¿acaso no es por eso que esta es tu ultima vida conmigo? ¿porque anhelas tanto vivir esta vida? -No voy a negarlo es así y lo sabes bien Amaia- Entonces porque pretendes que yo desee estar allí y no aquí, porque quieres convencerme de que quiera lo que tú ya no quieres - No es lo que yo quiera o pretenda y lo sabes hay otras cosas Amaia- Dime pueden amar como aquí - Nos amamos de otra manera y a todos por igual Amaia- ¿Es así como me amas? ¿De esa manera? - Porque me haces esto…sabes que no Amaia- Necesito que entiendas lo que siento, puedes ofrecerme el cielo y una vida llena de paz y alegría, no se como es realmente y lo cierto es que no me importa porque tener eso seria renunciar a esto y no quiero, la vida aquí no es sencilla, ni lo mejor y esta llena de violencia, problemas, sufrimiento pero aun así, tiene esas cosas magnificas como lo son esos momentos de felicidad, el amor, esas cosas que la hacen única, esos momentos que cuando los ves puedes ver lo importante que es…- En ese momento Ángel golpea la puerta del baño Ángel- ¿Amor estas bien? Amaia- Si, si amor, solo dame un segundo y estaré allí Ángel- Claro pero apurate porque sirvieron los dulces y tu hija esta saqueándolos todos Amaia- Esa niña, no se a quien habrá salido que le gustan tantos los dulces- y reí Ángel- Bueno mejor te espero en el comedor por que llego la hora del delirio- El se volvió hacia el comedor - Prométeme que no harás esa locura y yo prometo que intervendré por ti y te regalare muchos más mañanas si me es posible Amaia- Esta bien lo prometo. Planeaba cumplir mi venganza y sacrificar esta vida solo para vivir otra con ellos creí que seria posible si me equivocaba de esa manera volver a repetir la lección y tenerlos aunque sea por un tiempo mas pero luego de hablar con el lo pensé bien y hubiera sido una locura de la que no hubiera sido capaz porque al volver a la mesa y ver los ojos de mi hija volví a admitir que no seria capaz de hacerle eso a ella, no podría ni aunque lo deseara con todas mis fuerzas. (Continua…) Lilian Yamila Bianco
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