Genoma y feromonas: Los ojos llenos
Publicado en Jan 19, 2010
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Con el sobresalto golpeé mi negra aureola contra el techo de la cabina. La sorpresa me desorbitó los ojos y recién al enfocarme pude ver a Isabel a través del parabrisas; un severo y sombrío torbellino quiso llevarme bañado en transpiración hasta la nausea, atornillándoseme a cada parietal, y yo, mascando un regusto pastoso, no pude siquiera decirle hola.
La aguja del tacómetro de mi corazón había bajado hasta el punto más muerto en vida y la imposible sonrisa estaba allí, en la misma Isabel que supo ofrendarla en pasados, pisados, momentos de albor, en estridentes... ¿mañanas?... tan similares a ésta en la que Ella alzaba en brazos a...
¡marianito!...
El maldito querubín canino estaba de vuelta, vivo y ahí, con una patita vendada y más blanco que nunca, tan feliz como siempre que su metrónomo colgante en forma de corazón marcara el ritmo a sus jadeos. Pero toda la gloria de aquel retorno, con herida de guerra y todo (marianito se debatía por acercarse a olfatear con fríos hocicazos, y a saludarme con húmedos lengüetazos), pasó desapercibida. Toda gloria era belleza de la mujer que yo amaba, y que, vuelta una deidad de hoyuelos a un lado cada comisura y  lustrosas almendras que chisporroteaban mirándome, sonreía angelical.
Sentí ser redimido al sentir la paz que irradiaba una tan extrañamente ilesa Isabel.
¿Seguía yo soñando, así? ¿aún estaba desmayado por la borrachera de la noche anterior? ¿Marianito  regresaba de la muerte, Isabel era feliz?
 
Nunca ví (con mis viejos ojos repletos de fe) que en ese disfrute rezumado por los suyos había cinismo.
Isabel hizo aspavientos para contrarrestar el vaho surgido por mi ventanilla abierta; sólo quería avisarme algo y señaló hacia la playa. Me preguntó el porqué de la guantera abierta, porqué que me llevó a advertir que la constelación inerte de cristales desparramados había tenido su fuente en un estallido olvidado; una brisa se colaba, muy breve, por el agujero que era esa ventanilla rota.
Sólo lo sinuoso, todo lo venéreo más aquel siniestro sentir que me fracturaba el esternón en aquella furgoneta mía sin airbag, logró obnubilar a mis viejos ojos llenos de fe, y unos tontos latidos acompañaron el rebote de sus nalgas bañadas por la efervescencia de un sol de endiablado mediodía; si, y todo iba coronado por ese triangulito, color borravino y francamente conmovedor, que Isabel llevaba por tanga.
No supe ver que esos pasos estaban tan decididos a irse, a alejarse de mi así, sin pareo; no la vi llevarse todo mal amor y al bueno de marianito sino que sólo pude verlo todo algún tiempo después, recién cuando la fellatio quedara trunca y la nada dicha por el buda casero inaugurara el llanto cáustico que acabara con mis ojos para volverlos esos huecos retrovisores con los que me fui enterando de que Ella había llorado tanto, encerrada en la habitación y después, al aire libre, en el mismo balcón del que jamás caería marianito, en el mismo en que mi suerte se decidía a saltar al vacío sin esperar a que llegara ese mediodía coronado por el triangulito borravino, un mediodía verde y turquesa tan apto para la náutica. Náutica; sí, es que había alcanzado a oírla decirme que se "iban a andar en lancha con unos chicos amigos de Javier", un instante antes de que su rostro angelical se esfumara y de que mis embelezadas, rechonchas y obscenas orugas repletas de fe se posaran sobre los tersos mofletes del grácil culito.
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Foto del autor inocencio rex
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Descripción

zigs zags de un regreso sin gloria

Palabras Clave: gracil culito

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Relatos


Creditos: inocencio rex

Derechos de Autor: inocencio rex


Comentarios (3)add comment
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inocencio rex

una de cal y muchas de arena.. gracias por comentar este nuevo capítulo.. ya falta poco
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January 19, 2010
 

Roberto Langella de Reyes Pea

Todo un homenaje a la gracil Isabel, que bien se lo merece.
Ay, con Marianito, nos tiene el corazón en la boca, el bicharraco!.
Responder
January 19, 2010
 

inocencio rex

zigs zags de un regreso sin gloria
Responder
January 19, 2010
 

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