SIN ATADURAS DEL MUNDO NI DE LA LEY.
Publicado en Jan 22, 2010
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SIN ATADURAS DEL MUNDO NI DE LA LEY.
Al igual que el apóstol Pablo, mis ruegos al Dios Padre y a su Hijo Jesucristo, es que la iglesia actual y la que seguirá hasta la venida de nuestro Señor Jesucristo, por la acción de su Santo Espíritu, su Palabra Santa, pueda entender (pues no hay más misterio) lo escrito en Colosenses 2:2-4: Para que sean consolados sus corazones, unidos en amor, hasta alcanzar todas las riquezas del pleno entendimiento, a fin de conocer el MISTERIO DE DIOS PADRE Y DE CRISTO, en quien (ese misterio) están escondidos  todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento. Y esto lo digo para que nadie os engañe con palabras persuasivas.
La Biblia es enfática en afirmar que Dios hizo todas las cosas en su Hijo, por medio de él, y para él. Este Hijo de Dios, Cristo, su Santo Espíritu, el verbo, la Palabra, ha existido siempre; estaba en Dios, era con Dios y era Dios, pero para crear, Dios lo envió fuera de sí (Enviado-Mesías), y para redimir, se despojó de todos sus atributos de ser igual a Dios como cosa a que aferrarse (Filipenses 2:1-11), y se encarnó en Jesucristo; padeció, murió, y Dios en su Espíritu ( ATRIBUTO del que se despojó para humillarse, y como hombre tener muerte de cruz) lo levantó de los muertos, exaltándole hasta lo sumo, haciéndole Señor y Cristo.
Cuando Dios creó al hombre en su Hijo, Cristo, lo formó del polvo de la tierra; el hombre (quien tenía dentro de sí a la mujer como el Padre al Verbo o Hijo) era un ser inerte, es decir, no tenía vida (como si hubiera nacido muerto); pero luego Cristo sopla sobre su nariz aliento de vida (espíritu, como creó al ejército de los cielos con el aliento de su boca), y solo entonces el hombre fue un ser viviente o alma viviente. Claramente Dios nos está diciendo que en su programa estaba estipulado que el hombre tenía que morir, y que para volver a tener vida, necesitaría de su Espíritu, quien en ese estado no podía morir, pero que encarnado, como hombre, podía darle con su sangre santa la redención, o sea, de su Espíritu, en quien estaba, está y estará  la vida. Como el hombre tenía que morir para ser glorificado, quien lo glorificaría tenía que hacerse hombre y como tal morir, y luego resucitar ya no en la carne sino en espíritu vivificante, que es el estado final de Jesucristo, al cual llevará a todos los que hemos creído en su nombre, y que pasemos por la resurrección; Adán, el primer hombre, fue hecho del polvo de la tierra, y Jesucristo, segundo hombre, fue engendrado por el Espíritu, por la Palabra, y es celestial, del cielo.
El hombre al pecar, quedó excluido de la presencia de Dios, y automáticamente condenado a morir, puesto que la paga del pecado es muerte; de esa manera quedó esclavizado al pecado con que Satanás, creado para tal fin, lo había conducido por odio contra el hombre, porque se dio cuenta que la creación había sido hecha para que el hombre reinase en ella, finalidad que quedó plasmada cuando Dios le dio el poder de enseñorearse de ella. Como esclavo, el hombre necesitaba un Libertador, que terminara con el pecado para siempre, y así, se cumpliese el propósito de Dios para con la creación. Ese Libertador no es otro que el que la Biblia identifica de la siguiente manera, en las citas que a continuación estudiaremos:
Juan 14:6: Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad y la vida; nadie viene al Padre sino por mí.
Dios había tratado con el hombre en el paraíso; luego fuera de él donde el hombre manifiesta su total olvido de su Creador, por lo que Dios determina hacer juicio en agua (elemento preexistente en Dios, de donde proviene la tierra o polvo, porque Dios es fuente de agua viva: Jeremías 2.13 y 17:13), para acabar con la corrupción de ese tiempo, salvando la continuidad de la humanidad en la persona de Noé y su familia. Luego esta descendencia de Noé también se olvidó de Dios, humanidad que es considerada gentil, siendo el carácter de este juicio tratado por el apóstol Pablo en Romanos 2: 12-16: Porque todos los que sin ley han pecado, sin ley también perecerán; y todos los que bajo la ley han pecado, por la ley serán juzgados¸ porque no son los oidores de la ley los justos ante Dios, sino los hacedores de la ley serán justificados. Por cuanto los gentiles que no tienen ley, hacen por naturaleza lo que es de la ley, estos aunque no tengan ley, son ley para sí mismos, mostrando la obra de la ley escrita en sus corazones, dando testimonio su conciencia, y acusándoles y defendiéndoles en sus razonamientos, en el día en que Dios juzgará por Jesucristo los secretos de los hombres, conforme a mi evangelio;  y  luego Dios desecha al mundo gentil, y llama a Abraham de ese mundo, para sacar de él a Israel, la nación que sería depositaria de su Espíritu, de su Verbo, de su Palabra. Israel también falla en esta misión (por demás aclarar que esto estaba contemplado en el plan de Dios) muy a pesar que Dios les hablaba continuamente  y de muchas maneras por su Espíritu (Cristo)  a los padres por  los profetas, Israel no puede cumplir la ley dada por Dios a través de Moisés, lo que lleva en el cumplimiento de los tiempos a que Dios calle por mas o menos 400 años, hasta que en Juan el Bautista, la voz que clamaba en el desierto, Dios prepara el camino que traería la promesa del Hijo (Cristo) encarnado, desechando Dios a Israel y volviéndose otra vez al mundo gentil (Los israelitas no recibieron a Cristo el Mesías, y todo el que le recibía de ellos, era expulsado de la comunidad israelita, y tenido o considerado gentil: Isaías 66: 5: Oíd palabra de Jehová, vosotros los que tembláis a su palabra: Vuestros hermanos que os aborrecen, y os echan fuera por causa de mi nombre, dijeron: Jehová sea glorificado. Pero él se mostrará para alegría vuestra, y ellos serán confundidos. 1ª a los Tesalonicenses 2:1: Los cuales mataron al Señor Jesús y a sus propios profetas, y a nosotros nos expulsaron, y no agradan a Dios, y se oponen a todo hombre); luego Dios en la segunda venida de Cristo, se volverá de nuevo a Israel.
Este Libertador que no es otro que la simiente de la mujer prometido en Génesis 3:15, cuando el hombre pecó, al venir al mundo para salvarlo (Juan 3:16), y muy específicamente a las ovejas perdidas de la casa de Israel, todas las religiones existente en ese tiempo en Israel, le rechazaron, le atacaron, le injuriaron, le enjuiciaron y le condenaron a muerte. Este Hijo de Dios, Jesús llamado el Cristo, el Mesías enviado por Dios, dijo a todos los cautivos por el pecado o muerte eterna: Juan 8:32: Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres. Este mismo Jesús está descrito en los siguientes pasajes Bíblicos, como Verbo, Espíritu, Palabra, el Hijo, Cristo, Maestro, Mesías, el Libertador.
Juan 1:1-4: En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él, nada de lo que ha sido hecho, fue hecho. En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. (Vemos que el Verbo o Palabra, o Espíritu, era Dios, Cristo, y estaba con Dios, y salió de Dios como Hijo, hizo la creación,  y volvió a Dios al despojarse de ser igual a Dios, engendró a Jesús, Jesucristo, el segundo hombre al que Dios exaltó hasta lo sumo, haciéndole Señor y Cristo, lo levantó de los muertos,  y está con Dios y mora en nosotros)
Génesis 1:2: Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas. (El Espíritu o Verbo o Palabra, moviéndose sobre la faz de las aguas, de donde creó todo lo que se ve)
Juan 14:17: El Espíritu de verdad, el cual el mundo no puede recibir,  porque no le ve ni le conoce; pero vosotros lo conocéis, porque mora en vosotros y estará en vosotros. (Observemos que le dice a los apóstoles que ellos si le conocen porque moraba en ellos, y estará con ellos (Consolador enviado por Jesucristo), pero no les dice que ellos lo pueden ver.
Juan 15.16: Más, cuando venga el Consolador, a quien yo enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio de mí. (Testificaría la Palabra, el Consolador, que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios)
Salmo 104:30: Envías tu Espíritu y son creados, y renuevas la faz de la tierra.
Salmo 33:6: Por la palabra de Jehová fueron hechos los cielos, y todo el ejército de ellos por el aliento de su boca. (El Espíritu crea, la Palabra crea; ¿Son por ello dos manifestaciones del supuesto Dios trino, o son el mismo ser? Dios todo lo hizo en su Hijo: Jesucristo; lo que haría otra tercera manifestación del Dios trino, el cual perdería la cualidad de trino, puesto que iría creciendo en número; sin mencionar a Cristo, el Maestro, el Libertador, y el Mesías ¿Cuántos serían?)
2ª de Pedro 3:5: Estos ignoran voluntariamente que en el tiempo antiguo fueron hechos por la palabra de Dios los cielos, y también la tierra, que proviene del agua y por el agua subsiste.
Hebreos 1:2: En estos postreros fías nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo.
Colosenses 1:15-20: (Cristo) Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación. Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que están en los cielos, y las que están en la tierra, visibles é invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él. Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten; y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, él que es el principio, el primogénito entre los muertos, para que en todo tenga preeminencia; por cuanto agradó al Padre que en él habitase toda plenitud, y por medio de él reconciliar consigo todas las cosas, así las que están en la tierra, como las que están en los cielos, haciendo la paz mediante la sangre de su cruz.
Hechos 2:36: Sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de Israel, que a este Jesús a quien vosotros sacrificasteis, Dios lo ha hecho Señor y Cristo.
Mateo 23:8: Pero vosotros no queráis que os llamen Rabí, porque uno es vuestro Maestro, el Cristo, y todos vosotros sois hermanos.
Juan 16:13: Pero cuando venga el Consolador, el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que han de venir.
1ª a los Corintios 2:10: Pero Dios nos la reveló a nosotros por el Espíritu, porque el Espíritu todo lo escudriña, aún lo profundo de Dios.
El Espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo he hablado, son espíritus y son vida.
Romanos 11:26. Y luego todo Israel será salvo, como está escrito: vendrá de Sión el Libertador, que apartará de Jacob la impiedad.
Juan 8:36: Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres.
Gálatas 5:1: Estad, pues, firmes en la libertad, con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud.
Efesios 2:18: Porque por medio de él los unos y los otros tenemos entrada por un mismo Espíritu al Padre.
2ª a los Corintios 3.17: Porque el Señor es el Espíritu, y donde está el Espíritu del señor, ahí hay libertad.
1ª a los Corintios 10:29: La conciencia, digo, no la tuya, sino la del otro. Pues, ¿Por qué se ha de juzgar mi libertad por la conciencia de otro?
Gálatas 2:4: Y esto a pesar de los falsos hermanos introducidos   a escondidas, que entrar para expiar nuestra libertad que tenemos en Cristo Jesús, para reducirnos a esclavitud.
Hebreos 10:19. Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar al lugar Santísimo, por la sangre de Jesucristo.
Santiago 1:25: Más el que mira en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, este será bienaventurado en lo que hace.
Santiago 2:12: Así hablad, así haced, como loa que habéis de ser juzgados por la ley de la libertad.
La ley dada por Dios a Israel a través de Moisés, fue exclusivamente para ellos; si algún gentil se convertía al Judaísmo, era circuncidado y tenido como judío prosélito, obligado como Israel a cumplir toda la ley; pero el mundo gentil, como lo vimos anteriormente, no tenían ni tienen ley, por lo tanto, nunca han sido esclavizados por ella, ni lo serán jamás. Esto está claramente estipulado en lo referente al Concilio de Jerusalén, en donde quedó escrito que le pareció bien al Espíritu Santo y a los apóstoles, no inquietar a los gentiles que se convierten al Señor, sino escribirles que se abstengan de fornicación, de idolatría, de ahogado y de sangre (Hechos 15: 19:20; hechos 15: 20-30 y Hechos 21:25); y eso ciertamente nos atañe a los gentiles que recibimos a Jesucristo como nuestro Salvador. En esa libertad, la iglesia del Señor, tanto judíos expulsados como gentiles, tenemos autoridad conferida por la Palabra de Dios, para servir al Creador o Dios Padre, en la gracia redentora de Jesucristo, su Hijo amado; y esta gracia es nuestra total LIBERTAD!
LA BIBLIA ESPECIFICA QUE LA LEY TUVO SU VIGENCIA APLICATIVA PARA ISRAEL, HASTA QUE APARECIÓ JESUCRISTO, quien no la abrogó, sino que la cumplió a la perfección. Por eso en ella encontramos que dice en:
Mateo 11:13 y Lucas 16:16: Porque todos los profetas y la ley, profetizaron hasta Juan.
Nuestro Señor Jesucristo, al ser preguntado por las religiones para tentarle, sobre cual era el primer mandamiento, respondió no solo contestando que era amar a Dios, sino que no se quedó allí, porque les citó el segundo el cual es semejante: amarás a tu prójimo como a ti mismo; veamos: Mateo 22: 37-40: Jesús les dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente; este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas; ¿Por qué? Porque el plan de salvación viene del Padre, en su Hijo Jesucristo; hay que amar al Padre, primer mandamiento o ley, y también al Hijo, segundo mandamiento o perfecta ley de la libertad; esto lo reafirma Pablo en Gálatas 5:14: Porque toda la ley en esta palabra se cumple: Amarás a tu prójimo como a ti mismo ¿Quién es este prójimo? JESUCRISTO; DEL QUE PROFETIZÓ Moisés: Profeta de entre tus hermanos como yo, te levantará Dios.
La ley de la libertad o perfecta ley, hace tanto al judío como al gentil, libre de todo yugo; todo el que tiene esta ley, ha entrado en el reposo de Dios, reposo que le falta entrar al pueblo de Israel, y que en la segunda venida de Cristo alcanzarán por pura gracia de Dios. Esta ley de la libertad, este reposo de Dios, nos hace tan libres, que ninguna obra de la ley, ningún rito de la ley, nos podrá volver a esclavizar; sellándonos de tal forma, que todas las obras nuestras son hechas por Dios en nosotros por su Hijo Jesucristo, puesto que reposamos de nuestras obras, como Dios de las suyas; por eso Jesucristo su Hijo amado, es el reposo de Dios, puesto que Dios Padre hizo todo en él; eso es lo que encontramos en todas las salutaciones del principio de las cartas apostólicas y de Apocalipsis, expresadas así: Gracia y paz de Dios vuestro Padre, y del señor Jesucristo ¿Por qué? Porque la Gracia o período de Libertad viene del Padre, y la paz, nos las da Jesucristo: Mi paz os dejo, mi paz os doy; yo no la doy como el mundo la da.
Veamos las citas que sustentan esta verdad:
Isaías 26: 12: Jehová, tú nos darás paz, porque también hiciste en nosotros todas nuestras obras.
Hebreos 13: 20-21: Y el Dios de paz que resucitó de los muertos a nuestro Señor Jesucristo, el gran pastor de las ovejas por la sangre del pacto eterno, os haga aptos para toda obra buena para que hagáis su voluntad, haciendo él en vosotros lo que es agradable delante de él por Jesucristo; al cual sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
Romanos 5:14: El pecado no se enseñoreará de vosotros; pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia.
Romanos 11:6: Y si por gracia, ya no es por obras; de otra manera la gracia ya no es gracia. Y si por obras, ya no es gracia; de otra manera, la obra ya no es obra.
2ª a  los Corintios 6:1: Así, pues, nosotros como colaboradores suyos, os exhortamos también a que no recibáis en vano la gracia de Dios (volvernos a la ley, es esclavizarnos de nuevo).
Gálatas 2:21: No desecho la gracia de Dios; pues, si por la ley fuese la justicia, entonces por demás murió Cristo.
Gálatas 4: 9-11: Más ahora, conociendo a Dios, o más bien, siendo conocidos por Dios, ¿Cómo es que os volvéis de nuevo a los débiles y pobres rudimentos, a los cuales os queréis volver a esclavizar? Guardáis los días (días de reposos), los meses, los tiempos y los años. Me temo de vosotros, que haya trabajado en vano con vosotros.
Colosenses 2:20-23: Pues si habéis muerto con Cristo en cuanto a los rudimentos del mundo, ¿Por qué, como si viviereis en el mundo, os sometéis a preceptos tales como: no manejes, ni gustes, ni aún toques (en conformidad a mandamientos y doctrinas de hombres), cosas que todas se destruyen con el uso? Tales cosas tienen a la verdad cierta reputación de sabiduría en culto voluntario, en humildad y duro trato del cuerpo; pero no tienen ningún valor alguno contra los apetitos de la carne.
Gálatas 5.4: De Cristo os desligasteis, los que por la ley os justificáis; de la gracia habéis caído.
Juan 1:17: Pues la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo.
Romanos 10: 4: Porque el FIN DE LA LEY ES CRISTO, para justicia a todo aquel que cree.
Romanos 8:12: Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús, me ha librado de la ley del pecado y de la muerte.
1ª a los Corintios 9.21: A los que están sin ley, como si yo estuviera sin ley (no estando yo sin ley de Dios, sino bajo la ley de Cristo), para ganar a los que están sin ley.
Gálatas 3:10: Porque todos los que dependen de las obras de la ley están bajo maldición, porque escrito está: maldito todo aquel que no permaneciere en todas las cosas escritas en el libro de la ley, para hacerlas.
Gálatas 3:13: Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición, porque escrito está: maldito todo el que es colgado de un madero.
Gálatas 5:14: Porque toda la ley en esta palabra se cumple: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
Colosenses 2:16-17: Por tanto, nadie os juzgue en comida o bebida, o en cuanto día de fiesta, luna nueva o días de reposo; todo lo cual es sombra de lo que ha de venir; pero el cuerpo es de Cristo.
Hebreos 4:3: Pero los que hemos creído hemos entrado en su reposo, de la manera que dijo: no entrarán en mi reposo.
Hebreos 4:10-11: Porque el que ha entrado en su reposo, también ha reposado de sus obras, como Dios de las suyas. Procuremos pues, entrar en aquel reposo, para que ninguno caiga en semejante ejemplo de desobediencia.
¿Por qué se ha colocado el ayuno como el agente liberador que rompe todas las cadenas, ataduras, y aún logra que las personas reciban la salvación, si el LIBERTADOR ES JESUCRISTO? El ayuno debilita el cuerpo y como culto voluntario es aceptable como duro trato al cuerpo, pero no ejerce control alguno sobre los apetitos de la carne. Si aplicamos a nuestras vidas un rito de la ley, estamos haciendo nula la cruz de Cristo.
¿Por qué existen supuestos dones y ministerios de liberación que la Biblia no cita por ninguna parte, por la sencilla y poderosa razón que el LIBERTADOR ES JESUCRISTO?
¿Por qué se crean o forman ejércitos de intercesores si el único intercesor es JESUCRISTO? En la Biblia no hay una cita que use la palabra intercesión; en el Nuevo Testamento hay tres citas con respecto al término interceder, y son: Romanos 8:26: Y de igual manera el Espíritu (Cristo) nos ayuda en nuestra debilidad (carne); pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. Romanos 8:34: ¿Quién os condenará? Cristo es el que murió; más aún, el que también resucitó, el que además está la diestra de Dios Padre, el que también intercede por nosotros. Hebreos 7:25: Por lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo para interceder por ellos. No olvidemos que él es el único mediador entre Dios y los hombres: Gálatas 3:20; 1ª a Timoteo 2:5; Hebreos 8: 6, 9, 15 y 12:24.
¿Qué obra humana o de la ley, le tenemos que agregar a la obra redentora de Jesucristo en la cruz, para alcanzar altos grados de espiritualidad o servir mejor a Dios? La Biblia asevera que nadie le quite ni le añada a la Palabra de Dios, porque quien lo haga, se hace merecedor de las plagas que se describen en ella. Ahora es el tiempo de la Gracia, ahora para el que cree, todo le es posible.
No entiendo el por qué si Dios nos ha revelado su Palabra por el Espíritu el cual todo lo escudriña aún lo profundo de Dios ¿Por qué tenemos que interpretar lo que Dios nos reveló? ¿Se equivocó Dios en su revelación de tal manera que el hombre tiene que interpretar lo que él dejó escrito?
Por favor! La obra de JESUCRISTO quedó terminada para siempre; recordemos y apliquemos en nuestras vidas lo dicho por él: CONSUMADO ES!
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Palabras Clave: sABANANUEVA

Categoría: Conocimiento

Subcategoría: Ciencias



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