Rojo subsestible,
fogoso y temible
amarillo deseoso de sangre
por què no viven felìces.
Montañas de lava incandescentes,
dèbiles y ardientes frente
a los cordilleras de polvo negro,
que opacan mis pensamientos
encima de mis reflejos pasajeros.
El blanco se mancha de verde,
para crear un bosque de ternura
la rosa se baña en locuras
junto a una mujer desnuda.
Los caballos se vuelven burros
y los camellos perros ambos gritan
y reclaman  sus parentescos.
Las flores se vuelven plantas,
los colibrìes vuelan entre las algas
dejando atràs los murmuros del pàjaro.
Asì nos toco vivir con defectos y virtudes
con satisfacciones e imperfecciones,
con dolores y temores con bajas y desventajas,
pero al final nadie detiene este manantial de palabras.
 
Edgar The Sacrifice 10