Había una vez una ardillita que se acomplejaba mucho porque tenía la cola muy gruesa y larga.  En general, las ardillas tienen una cola peluda y redondeada, pero la cola de la ardilla Flany era demasiado larga... Se preocupaba, pues, no podía jugar a las escondidas, imagínate siempre la pillaban.  Un día se escondió arriba de un árbol, pero su cola..., por más que trató de ocultarla entre las naranjas, se veía igual.  Fue la primera en ser pillada.  ¡Para ella era terrible...!   No podía andar en bicicleta, pues su cola no se lo permitía... ¡¡¡estaba deprimida...!!! (triste, afligida)
Tú te preguntarás... ¿por qué no se cortó la cola?
Respuesta:  Las ardillas no son tan lógicas (razonables), entonces no se les ocurría.  Creían que luego les volvería a crecer otra igual...
Bueno, un día se fue de Campamento Scout, a pesar de sus limitaciones ella seguía insistiendo que quería ser feliz y ganarle a la vida... No quería darse por vencida.
¿Cuántos años tenía la ardilla Flany...?
Respuesta:  Ocho años, era una ardilla colegiala.
En el Campamento Scout, Flany participó en varios concursos y... ¡por fin ganó...!
¿Qué ardilla podía llegar antes a la meta, en una carrera?
Flany.
¿Quién se metía primero al río para nadar?
Flany.  Ella se impulsaba con su cola.
Entonces las demás ardillitas, en especial su amiga Bulilla y su amigo del alma Chito, estaban contentos porque al fin ella se sentía feliz de tener una cola larga.  Claro que los otros niños (ardillas y ardillos pequeños) estaban un poquitín celosos de que esta ardillita tan especial, se llevara todos los dulces del concurso.  Nadie más que ella ganaba...
Como las otras ardillas pequeñas estaban molestas por esta situación, empezaron a realizar varias bromas pesadas.
Una mañana, cuando Flany se levantó, encontró su colita con tres chicles pegados en ella.   Claro que se puso a llorar de pena.  Además cuando le sacaron los chicles le dolía su colita, pues sacaban parte de sus pelitos.
Tanto Bulilla como Chito se enojaron y retaron a todos los niños (ardillas y ardillos pequeños) del campamento, porque querían mucho a su amiga Flany.   De hecho los Guías Scout (también ardillas), amonestaron (retaron) a los niños y uno a uno tuvo que pedirle disculpas a Flany.
Otra mañana, ella amaneció con su colita pintada de azul.  No es que Flany estuviera en contra del color azul, ella amaba ese color.  Era el color del mar, del cielo, de los ojos de John Travolta (actor, bailarín y cantante de la película Grease), pero en su colita no se veía bien... Lo mismo, Bulilla nuevamente se enojó, pero la ardillita Flany dijo así:
•-         Yo sé que no me quieren con mi colita larga, entonces he decidido irme a mi casa.  No los molestaré más.  Adiós...
Nadie quería que se fuera, sólo dos ardillitas, Barima y Triloly, se quedaron calladas y se fueron a sus carpas.  Los demás del campamento notaron que eran ellas las ardillas envidiosas, pero Flany tomó su mochila y empezó a caminar.
Barima dijo a Triloly:
•-         Yo también me voy, por nuestra culpa se fue una ardilla que es amorosa con nosotras.  Hemos hechos puras leseras (tonteras, claro que hablado en el idioma ardilla, por supuesto).  Prefiero irme para que todo el campamento pueda disfrutar.  Si nos quedamos nadie nos querrá cuando sepan que fuimos nosotras las que hemos estado molestando a Flany...
Triloly contestó:
•-         ¡Bueno, ándate si eres tan miedosa y cobarde!  ¡Yo me quedaré para molestar a los otros...! ji... ji... ji...
Barima se fue, pero con el apuro no llevó su mapa (ninguna ardillita se pierde si lleva en su bolso el plano del bosque donde vive) y en unos cuantos minutos se extravió...
Al cabo de quince minutos (un cuarto de hora... tic... tac...) regresó Flany, porque tampoco había llevado su mapa.  Ella se dio cuenta (advirtió, notó) que sobraba un mapa...
•-         ¿De quién es este mapa...?  - Preguntó.
Nadie contestó.
•-         ¿De quién es este mapa...? - Preguntó molesta la Guía Mayor.
Triloly, que estaba preocupada por su amiga, relató (contó) lo sucedido.
•-         Nosotras somos las ardillas molestosas..., confesó y luego se puso a llorar.
Inmediatamente fueron cinco ardillitas más tres Guías a buscar a Barima.  Después de caminar unos minutos, Flany la encontró colgando de una rama al borde de un precipicio (barranco).
Barima gritaba muy asustada porque si se soltaba caería y no podría contar esta historia a sus nietos (cuando fuese abuelita, por supuesto).
•-         ¡La soga, Guía Mayor... ¡- gritó desesperado el Guía Mediano.
La habían olvidado, pero Flany tomó su colita y la lanzó al vacío.  Barima se agarró de ella y lograron rescatarla.
Flany sufrió un poquito pues tiraban de su colita, pero estaba contenta de salvar a esa ardillita molestosa.
•-         Aquí está la soga... - gritaba desesperado el Guía Menor.  Siempre llegaba atrasado.  Ya no la necesitaban.
Cuando llegaron al campamento, tanto Barima como Triloly le pidieron perdón a Flany y a los otros que se encontraban allí.
Finalmente, todos se hicieron amigos (ardillitas y ardillitos) y entendieron que cada uno es como es, y lo más importante son los sentimientos que las ardillitas (en este caso) guardaban  en el corazón.  Todos tenían algo especial que ayudaba al resto.
Adivina... ¿quién lavó la loza en ese campamento...?
Respuesta:   Barima.  ¡Adivinaste...!  Ella fue la más desobediente, por lo tanto su castigo fue lavar la loza de las 25 ardillitas.  Flany a veces les ayudaba a barrer las carpas... con su colita...