PECADO
Publicado en Jan 23, 2010
Tu mirada,
la que evité hace años me alcanzó... Me desnudaste mientras reía a la vida, mientras tu agitado ritmo, acostumbrado a manjares, aventuras y al deleite femenino, llegaba a la cúspide... ¿Qué me podrías entregar...? Nada. Dormimos una noche, sin tocarnos... No hubo besos, ni caricias, ni abrazos. Sólo miradas cómplices y palabras que, después de la razón, se mantuvo un cuestionado "No". Pasó un año, dos y tres... Otra invitación. Otra historia hecha vida en mi piel... Al entrar al cuarto vi la cama, amplia y vacía... Tomaste mi mano y me condujiste al lecho... El nerviosismo se apoderó de mí. Los "sí" y los "no" luchaban en un ambiente de deseo y pasión... La piel despertó y con ella mis sentidos... Nuestros cuerpos se entregaron al placer más no al amor... Cuando la realidad se apoderó de mí, advertí mi pecado... Un pecado que te marca, que envuelve tu conciencia entre lo permitido y lo prohibido... Entre la risa y el llanto... La culpa quedó allí, dormida, latente... Guardamos entre paréntesis tan sólo unas horas... Entre las sábanas blancas faltaron caricias, nos abandonó la ternura, mi mente divagó en el pasado y la tuya tal vez en el pecado... Un pecado de los dos...
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alma
Antonia Pars
Como ya di a conocer, estuve alejada de Textale, sólo porque el tiempo pasó rápido... pero continué escribiendo...
Efectivamente... esta historia ya pasó... y es parte de lo que nos hace reir, maliciosamente, cuando nos acordamos... al paso del tiempo...
Bendiciones...