A MI AMADO PADRE
Publicado en Jan 23, 2010
Padre,
gestor de vida, de sueños y esperanza... Fortalezas y caretas que esconden profundos sentimientos... Carencias y dolores que los años no olvidan... De niño fuiste especial... Superaste la falta de un abrazo, de un beso, de alguien que secara tus lágrimas, te arropara en las noches y te contara un cuento con un final feliz... ¡Te admiro tanto papá...! ¡Qué distinta mi infancia...! Recuerdo nuestros juegos... La barra y la piscina en el patio de la casa de Los Ángeles... Los equilibrios en las sillas, los trucos de naipe y las competencias de cacho... - ¡Juguemos al lobo...! - ¿Lobo estás...? - Infinitivo del verbo hablar... ¡Nunca olvidaré tu forma de enseñar...! - ¡Adivinen qué tiene la comida...! - Arroz, agua, sal, aliños... y una corbatita... - ¡Un pedazo de cáscara de papa...! ¡Qué alegría compartir contigo la mesa y mi vida...! Crecí, tu cabello se volvió cano, pero tu esencia es la misma... Aunque extraño tu alegría y vitalidad... ¿Será porque te veo poco...? ¿Será porque mis responsabilidades me agobian y el cansancio se apodera de mí...? Entonces no les dedico tiempo ni a ti ni a mi madre... ¡Pero los amo tanto...! Son mis pilares frente a mis fracasos, son la fe que no se acaba, son mis buenos recuerdos y mis fortalezas de niñez... Padre, heredé de ti tu sentido del humor, tu optimismo del día a día... - "¡Estoy sanito, joven buen mozo, con plata y con cuatro mujeres...!" Tu típica respuesta ante la pregunta "¿Cómo estás?" Jamás escuché de tu boca "Tengo un problema..." Tú tenías, y aún tienes, la solución para todo..., Incluso para los males del alma... Dios me premió con tu presencia, con tu apoyo espiritual y material... Con tu ejemplo de hombre bueno de padre amoroso y protector... ¡Me conformo con ser sólo una parte de lo que tú eres...! No te culpes de tus imperfecciones... ¿Quién es perfecto en esta tierra? Sólo Dios... Los seres humanos nos equivocamos, es nuestra esencia... Pero el perdón divino, es mágico y nos purifica... Papá, que las bendiciones del cielo caigan sobre ti, y el Señor me permita tener la dicha de compartir a tu lado otros juegos, cuentos y vivencias, los que algún día aprenderán tus nietos, bisnietos, etc... ¡Te amo papá...! ¡Gracias por darme la vida y tu amor...!
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