La noche
Publicado en Jan 25, 2010
A F...
El flujo y reflujo de las estrellas, su carabina de oro, el engrane del iris de su ojo, la casa de todas las lunas. Esta paz que mece los arboles, que los evoca desde los nervios de la tierra; su alma es una revelación de melodía, su espíritu es un verso que tiembla en mis dedos. Yo también soy la noche, en mí nacen y mueren todos los dioses. Yo también soy conciencia del universo, en mí la cosmovisión es autognosis. El silencio: telón de un nuevo canto: el amor es una cacofonía en la sinfonía de la galaxia. De ese atropello, de esa anomalía, nace este espíritu encarnado de poesía. Noche, autoinvento, en tu vientre de cristal guardas el grillo con su marcha nupcial que anuncia la boda de tus deseos y mi boca. Noche, medias de luz, en tus manos los perros ladran ángeles, y los ángeles iridiscentes explotan formando jaurías de luciérnagas que ensueñan este poema. La somnolencia de las flores reverando besos de labios eólicos. Las raíces de las plantas: también esas son mis venas, murmullo de agua en la boca abierta del corazón. Las nubes oscuras con el pecho abierto palpitan cuervos con su delirio enamorado, mientras en el pavimento del tiempo un caracol cósmico fluye hacia sí mismo. Yo me maravillo, me rasuro el cansancio y dejo que mi cuerpo se haga balsa y que los dedos de la luna me conduzcan a desnudar los horizontes. Tus horizontes noctívagos. Yo también soy noche, vengo a curar tus tristezas tísicas de urbanidad cuando mis brazos son hospital herbolario. Yo también soy noche y a pesar de ser catrín la fugacidad del espejo me tranquiliza. El flujo y reflujo de las estrellas llevándose los soles y dejando nuevos tesoros, marea de versos con entrañas iluminadas que en tus muslos tocan la memoria del fuego SiempreVivo del amor. Noche. Noche, autoilustración, en tu carruaje de meteoros pongo mis letras, esta ternura ataráxica y natural de descubrirme respirando tu cabello y exhalando caricias fluorescentes. Noche, farola divina, en tu espalda desmiembro mis demonios a base de dulces arañazos de jazz, y arrojo mi cuerpo al infinito cuando tu esencia se concentra en una gota de savia y cae a mi lengua erotizandola.
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Guillermo Capece
Guillermo Capece
me gusto mucho, tuve dudas al leer muy cercanas las palabras "cosmovision" y "autognosis". Son dos palabras muy pesadas, y tu lo sabras, toda la poesia debe ser equilibrio y musica. (Segun yo y otros lo entendemos.)
Abrazo