Proliferan chopos y trabucos
por las avenidas y las cárceles:
Los reos sueñan con tener un revólver
y con la soga con la que ahorcarán al juez.
Lo explicito se vuelve complicado
y es más sencillo caminar dormido.
Yo voy por los laberintos de mi sueño
y me protejo de granadas y de quemas.
Otros sueños tratan de entremezclarse
pero los aparto rápido de los míos.
Vetaré las potencias que paren al engendro
y se colarán una que otra pesadilla.
Vivo en una ciudad violenta
que se tiñe de sangre y dolor vinotinto.
En mis sueños se reflejan mis miedos
pero no puedo rehuír a descansar.