El café es una de las bebidas, junto al vino, que tienen una larga tradición, en su consumo y elaboración. Este líquido enigmático y estimulante es producto de un fruto llamado cafeto que se encuentra en la zona tropical de la esfera terrestre, aunque es originario de Asia y África. El sabor amargo, particular del café, es otorgado por la cafeína, una substancia alcaloide que tiene numerosos efectos beneficiosos, es analgésico, laxante, inclusive es recetado para prevenir el mal de Alzheimer. Como toda substancia, suministrada en cantidades excesivas tiene efectos negativos, como el insomnio y ansiedad, entre otros.
Más allá de las características medicinales del café, no puede negarse que es símbolo de un momento agradable, en compañía o en soledad. Su fuerte sabor, ya si lo bebe dulce o amargo deja una sensación agradable al paladar y sirve de estimulante nervioso. Su consumo se hizo extensivo a todo el mundo y actualmente se puede tomar un café en cualquier rincón del planeta.
Así como existe una gran variedad de granos de café, hay una amplia variedad de maneras de prepararlo, los hay listos para moler (normalmente utilizados en bares y cafeterías), los hay ya molidos para prepararlos en cafeteras en casa, también podemos comprar los instantáneos (endulzados levemente), hay maquinas expendedoras de café , los hay también  suaves o sin cafeína. Esta bebida se consume de forma creciente en el mundo entero, sin importar la crisis por las que se atraviese. Tomar café es un ritual que poca gente está dispuesta a sacrificar.
El  café no necesita de la misma promoción que otros productos comestibles, ya que este líquido, por su larga tradición y por su sabor, prácticamente se vende solo. Un cafecito a la mañana, a la tarde o a la noche es siempre bienvenido y disfrutado al máximo.