UN GUERRERO HABLA EN SILENCIO ACOMPAADO DE SU SOLEDAD
Publicado en Jan 28, 2010
A lo lejos diviso con paso lento pero firme, el espectro del abandono y de la cobardía de muchos seres que han depuesto sus armas porque creyeron que el enemigo fue más fuerte que ellos, e inclinaron sus cabezas y entregaron sus cuellos para ser habitados y ejecutados de la manera más sutil y delicada valiéndose de sus recuerdos. Y mientras observo tal desolación, una voz dulce, cálida, suave y a la vez misteriosa me da valor para esperar aquella bestia sedienta de almas; ¡Paciencia! ¡Paciencia! en repetidas ocasiones lo percibe mi mente y sin más expectativa llega hasta mi, ronda y ronda olfateando su presa, la lengua se vuelve un cerrojo y los sentidos se quebrantan, siento que todo está perdido; en esos instantes pasan cadenciosamente los sucesos de mi niñez y recuerdo que de pequeño soñaba ser un guerrero espiritual y un luchador incansable por ideales de igualdad y justicia. Esto anestesia mis miedos y revitaliza mi espíritu para que mi alma exhale un grito sonoro de libertad, quedando perplejo aquel ente sin nada más que hacer que escuchar y aguantar mis palabras convertidas en dagas con el filo de verdad: ¡Oye! Si tú... aquella q se hace llamar soledad y la que actúa en los momentos difíciles, tengo que decirte q no te temo y no te quiero, no vengas a mí a seducirme con tu orgullo y tu sosiego, te conozco y sé que eres fría y cruel con las almas que en ti buscan refugio, soledad no vengas a mi porque no te quiero, no quieras engañarme con tu brillante armadura de consuelo, no te quieras burlar de mi porque estoy desamparado a la merced de nadie, ni tu lírica cautivadora, ni tus palabras en medio del silencio me harán zozobrar, soledad no vengas a mi porque no te quiero; ¿porqué soledad?, ¿por qué me escoges a mí acaso no ves que mi espíritu es guerrero y mi lanza está dispuesta a traspasarte si osas buscarme? No te quiero soledad no vengas a mí, esta vez no permitiré que me hables al oído, no eres digna de mis pensamientos ni mi valor, no quiero tus consejos porque solo eres un vago momento que siempre ha querido asechar mi morada. No te quiero soledad, no vengas a mí porque te irás con las manos vacías y el aliento desgarrado, tu llanto será agudo y tu andar errante y melancólico. No te quiero soledad, para esto he sido preparado durante mucho tiempo por aquellos que vieron de frente deshacerse los sueños e ilusiones de sus familias y por ellos estoy aquí mirándote fijamente a los ojos y no daré un solo paso atrás, si así lo quieres un duelo llegará, pero mi alma no la tendrás porque es superior a tu arte de engañar. No te quiero soledad, porque tu obsesión y tu vicio maldito te han segado y no has comprendido que por estar en esa constante búsqueda de presas para tu fin oscuro, una presa valiente te ha cazado; mira a tu alrededor cuidadosamente y notarás que jamás he estado solo porque la luz y la esperanza de todos los seres que amo me acompaña y no me abandona sin importar que libre muchas batallas y las fuerzas me traicionen, ellos están presente a cada momento en mi corazón y por ellos volveré triunfante a la tierra del nunca jamás, eso lo aseguro con este puño en alto y esta espada reluciente de justicia. No te quiero soledad vete de aquí antes que sea demasiado tarde para correr, ve y quedate en tu fango de la nada y no regreses a perturbar la vida y la tranquilidad de mi pueblo... ¡No te quiero soledad, no vengas a mí!...
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Miguel ngel Chaparro