LOS LOROS, El DUENDE, EL OGRO Y YO!
Publicado en Jan 30, 2010
De una de mis caminatas, la mañana de un domingo, decidí cambiar el rumbo y evitar, siempre lo mismo. Desvié por un bosquecillo de gigantes eucaliptos, me recibió una bandada de loros, que en el bullicio de protesta a mi intrusión, considerada, peligro, con su ruidoso clamor hacían un estropicio. Procuraban alejar al osado y atrevido. De las ramas elevadas, colgaban sus grandes nidos con espinas que entretejen y que sacan de los pinos para intimidar, con ellas, a probables enemigos. En los días tormentosos, los he visto bambolear, dejando caer pichones, cuando sus padres se van en busca de un gusanito que el hambre les calmará. Vi una pareja de loros, muy juntitos, se abrazaban. Sus pichones, habían caído, desde lo alto de una rama. Lamenté su mala suerte. Su dolor, paralizaba. Algo dije, si entendieron, no me respondieron nada. Seguí por otro sendero para llegar a mi casa, El muro de calicantos, una gran mansión, rodeaba. Sobresalían del muro, desparramando fragancias, jazmines y madreselvas, paraguayitas rosadas y la hermosa buganvilla de oscuro tono escarlata. Una corpulenta higuera, cuyas ramas traspasaban y caían sobre el muro, logró que mi andar frenara Al ver los higos maduros la boca, se me hacía agua. Entre morir en mi boca ó estrellados en el suelo, Si le preguntan al higo, dirá siempre, -¡ lo primero! Una voz, muy cerca mío, dijo:-¡Se arrepentirá! Llevándome otro a la boca, contesté – ¡Vamos por más! ¡Si tengo que arrepentirme, procuraré superar el pecado cometido, caratulado ROBAR! -Sabe usted lo que la gente, comenta de este lugar? Era un pequeño hombrecillo el que hablaba sin parar, con cara de duendecillo y voz de quien va a llorar Respondí: - Si me lo cuentas, voy a poderme enterar. - Lagrimeaba cuando dijo – Esta es la casa de un ogro y andar, suele, vigilante, recorriendo este lugar. Si descubre, que ha comido, sus higos, se enojará y con oscuros hechizos su destino, hará cambiar. Es un Ogro tan malvado que procurará su mal. -La historia me ha interesado y aquí me voy a quedar. Comeré sus ricos higos y me sentaré a esperar…… Por si acaso, si aparece, algún higo quedará, con la más dulce sonrisa, yo se lo voy a entregar. (¡EL DUENDECILLO ES EL OGRO, NO LO QUIERO DEFRAUDAR!)
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haydee
OTRO PARA VOS!
gabriel falconi
se los voya leer a los chicos
besos
haydee
Se acercó un hombrecito y cuando me volvía a casa, observé por el rabillo del ojo, que cortaba higos y los metía en una bolsa. Entonces se me ocurrió la historia.
Lo de los loros es verdad, también. El ogro, una invención.
SALUDOS!
Alfonso Z P
de los duendecillos.
Abrazos: Alfonso