No se puede pedir más....
Publicado en Jan 31, 2010
-No sabes los que puedo hacerte... - una mirada llena de fuego ahondó en la intimidad del muchacho, que, hasta aquel momento, había mantenido la mirada seria durante todo el tiempo transcurrido...
-No eres capaz de hacerlo - le dijo, enderezando un poco la postura y mostrando media sonrisa. -No me vengas ahora con eso... sabes perfectamente de lo que soy capaz- una mirada que sobrepasaba el límite de la coquetería se anidó en el rostro de la muchacha. - Por eso mismo, confío en ti - la sonrisa se hizo aun más amplia y sus ojos destellaron al saber que había ganado la batalla. - Pues, estás en lo correcto... por más que ocupe todo mi arsenal de encantos,- se rió de si misma al soltar tal alabanza- jamás lograré que tu fuerza de voluntad flaqueé. -Eso es parte de mis más grandes virtudes - Si, pero es eclipsado por tu sobrenatural forma de amarte a ti mismo. - Pero te amo a ti, ¿no es verdad? -De eso no estaría tan segura - la sonrisa desapareció, para ser reemplazada con una mirada un poco amarga. - ¿Crees que podría enamorarme de dos a la vez? - El joven levantó una ceja inquisidora. - No exactamente... -Explícate. - Bueno, no creo que seas capaz de engañarme, pero a veces dudo de tu realidad, de que realmente estés aquí, conmigo - Un chispazo de comprensión cruzó entre ambos. -Creo entender... por favor, no empieces con eso de nuevo. - Pero es así como me siento siempre - El labio inferior de la chica sobresalió un poco, en una mueca a la cual el joven no se podía resistir. - Oh, ven acá - La abrazó con ternura y comenzó a acariciar sus cabellos - sabes que te puedo llegar a amar más a ti que a mi propia vida, tan sólo una de tus miradas me atrajo como un imán... si te quise a mi lado fue por algo, y si luché por ti también. - Lo sé, mi muchacho, es sólo que... es tan complicado. -Vive la vida, dulzura, no pienses demasiado las cosas... simplemente confía, mira mis ojos. ¿Ves algo de lo que debas desconfiar?, dime ahora si ves esa chispa de maldad y simplemente me iré. No soportaría hacerte el más mínimo daño. -Me harías más daño si te marchas...- Apretó sus brazos alrededor de su cuello y le besó con dulzura y a la vez, cierta pasión. - ¿Ves lo que provocas? - Dijo el chico después de unos segundos - Haces que hable cursilerías - ¿Me dices ahora que te arrepientes? - No, pero sabes que me sonrojo al decirte estas cosas - Respondió tocándose las mejillas. -Si, claro, tú, el más vergonzoso - Le dijo ella sonriendo, y lanzándole un cojín a la cara. - Por supuesto, por eso te fijaste en mí - Dijo, mientras se escondía y volvía a aparecer desde detrás del cojín. - Sii, claaroo... ahora di que sin ti estaría perdida, recuerda que tenía muchas opciones, no me iba a faltar uno que otro hombre por ahí... - Le mostró su lengua con picardía. - Pues entonces no lo diré, pero conste que eso es verdad - le dijo lanzándole el cojín de vuelta, mientras ella lo esquivaba y caía al suelo. - ¿Qué cosa? ¿Qué puedo vivir sin ti o que estoy perdida si tu no estás?- Ella levantó una ceja. -Pues claro que la segunda- Y se echó a reír. Ella tomó otros dos cojines y la pelea comenzó de nuevo, sus risas llenaron el aire, mientras contagiaban a la primavera naciente con su frescura y vitalidad de adolescentes.
Página 1 / 1
|
JUAN CARLOS
Cariños...Juan Carlos...