AO 5999, DESPUS DE CRISTO
Publicado en May 05, 2009
* AÑO 5999, DESPUÉS DE CRISTO
¿ Alguno de vosotros, Los que vivís en el futuro, Alguno que haya oído La serie de leyendas, Que se suponen acaecidas, En remotísimos tiempos, Alguno de vosotros, repito, Podrá creer Que en la vigésima centuria, Después del orto De aquel extraño dios, Que marcó los hitos de la historia, Ya no podremos decir, Como los antiguos poetas: Que el aire es suave y fresco, Que la campiña refulge Con el verde matiz de los follajes, Y que el cielo es azul, Con un iridiscente Reflejo de mar y de misterio? ¿ Alguien podrá creer Que ya no podemos percibir El caro aroma de las brisas, Ni describir el airoso cabalgar De las nubes agoreras, Y ni siquiera imaginar El estruendo del silencio Que poblaba las noches De perfumes y estrellas? No. ¡ Creo que nadie puede imaginarlo siquiera ! ¿Cómo podrían hacerlo Si sólo habrán oído La inefable leyenda, De que hace ya varios milenios Millones y millones De hombres Se apiñaban y vivían Presurosos, violentos, En ciudades sombrías, Que encendieron Su histeria y su inquina, Cabe la masa gris De edificios malolientes y chatos, Sin que en estos quedara La huella de amores y ensueños? ¿Cómo podrían hacerlo Si sólo tienen rumores, De que sólo vagaban Millones de hombres, Insensibles y autómatas, En cada lóbrega ciudad? ¿Cómo podrían hacerlo Si sólo recuerdan, Nubes venenosas Y rencores malsanos, Seminoches o semidías, peligrosos y arteros, Con vértigo de ruidos, Con olores malsanos, Con miríadas de ratas, Cucarachas malignas? No. Creo que nadie de vosotros Puede imaginarse siquiera, La terrible impotencia, De cantar, De buscar el amor, De huir de los otros, De los viles autómatas. De rebaños que ariscos, Ensimismados y crueles, Solo sueñan que han soñado. Sólo presienten que ha existido Un extraño mundo en que la luz, El viento, el agua Y esta tierra hosca y reseca, Pudieron producir El perfume de los bosques, La brisa suave y fresca, Los cambios de estaciones, Huracanes violentos, Y los frutos perfumados y dulces Que alimentaron, Por milenios y milenios, A todos los ancestros. No. Creo que nadie de Vosotros Puede imaginarlo Siquiera.
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Verano Brisas