Con ansiada luz que, de improviso,
      Irrumpe en comercios, calles y avenidas,
      Contemplo un rostro en un autobús del
      Centro...
      Unas mejillas, su risa, los cabellos,
      Unos ojos, sus pupilas palpitantes,
      Los senos, los labios, sus palabras,
      Que ya tal vez van a despedirse para
       Siempre,
       Ya mismo o luego, en otro lugar
       De la avenida
       Donde este viaje nos lleve.
       Una cara con el fugaz azoro del destino
        Que aquí contemplan mis pupilas
        Lo que dure este instante.
       
        ¿Cómo eres, cómo no eres, corazón mío,
         Veloz mujer de otros lugares,
         En rumbo hacia un estado que
         Desconozco?
         Un pasajero azar en nuestras vidas
         Aquí nos  juntan  por una vez en tránsito.
         Aquí, en el paisaje sordo de los valles,
          Nuestras vidas de súbito se acercan,
          Hasta juntarnos un pequeño momento
          Como dos aves posadas en un árbol
          Que nadie sabe si volverán a verse.