Huyo de ti, huyo de mí
huyo de mi pasado descarriado.
Me escondo en un halo de sombra.
Pongo sobre mí un cerro de grietas.
Giro a contraluz y busco la obscuridad.
Huyo de las letras que tanto me atribulan.
Huyo de una mujer de códices incendiarios.
Voy en los ojos de los seres agresivos.
Quiero eludirme entre las cosas lúdicas.
Pero no lo logro, pero no lo hallo.
La mano de la literatura se adversa en mí
y miríadas de epítetos me absorben.
Crece en mí una pluma sin silencios
que anda sóla por las páginas de sangre.
Esa pluma, me obliga a escribir:
Levanta ante mí hojas airadas
que quieren ser llenadas por abecedarios.
El alfabeto se deletrea sólo
y un texto se constituye en frente de mis párpados...
Aparezco sobre mi cama renaciendo
y un mar moja mis pies sagrados.