¿Qué sera de mi el día de mañana?
Una pregunta que frecuenta a mi mente,
una duda que genera más preguntas,
una certeza que no consigo encontrar.
¿Qué será de mi?
Cuando mis últimos suspiros se los lleve el viento.
¿Qué será de mi?
Cuando la llama de mi voz se apague.
¿A dónde llegaré?
Cuando de aquí deba partir lejos.
¿A dónde iré?
Cuando la Luna no venga a mi encuentro.
Hoy te escribo a ti mi día final,
esperando encontrar tu respuesta,
mas no tengo miedo a morir,
porque sé que pude vivir.
Y si mañana decides llevarme,
te esperaré sentado frente a la ventana,
con el consuelo de saber,
que viviré en alguna mente.

Con ese consuelo de saber que estaré ahí,
en el futuro y pasado de alguna mente,
con el consuelo de saber que estaré ahí,
siendo un recuerdo recurrente.