Mi enfermedad y yo no aparecemos en los titulares:
Ambos somos de perfil bajo y nos disgusta que nos analicen.
No obstante, miramos los satélites y nos sentamos con la colectividad.
Compartimos nuestras mesas con gremios de pájaros y ardillas.
Mi enfermedad y yo evitamos salir a colación en las denuncias:
Huímos de las audiencias pesadas y nos escondemos entre matorrales.
Repartimos invitaciones de lectura a la chinchilla y al comején.
Nos mojamos en los prados de la luna y reímos ante sus ocurrencias.
Mi enfermedad y yo somos sólo un usuario encerrados en diferente hábito.
Compartimos chistes y galletas y el mismo miedo a desactivarnos.
Caminamos en las mismas botas en la búsqueda de largos manantiales.
Mi enfermedad y yo sabemos que vamos hacia alguien o algo y que no habrá regreso.