Voy a los círculos de tu maduración
y a espiar en tus llanos libertos.
Los ecos tratan de retrasarme
pero yo me adhiero a tu púbis tempestuoso.
Recorro tus instituciones y llego hasta tus parietales.
Eres hembra viva y finita bordeada de una frágil emanación.
Mis ojos urden secuestrate: Mis ojos tienen vida.
Miro la longitud de tu paisaje
y la fogosidad que en los sopores tienen tus devaneos.
Volver, volver a ti:Dejar en tus prados mi tortura.
Encallar en tus puertos imparciales y devorar tu todo cósmico.
Te propongo vivir entre los arrecifes
y besarnos sin la venia del lodo.