Basta ya de pillajes
y tratar de cazar mi alma.
Basta ya de tu manía frenética
y de volverte por mí frenesí.
Tus persecusiones nítidas me ahuyentan
y tus labiales tintan mi camisa.
Deja ya la agresión constante
y de pegarte a mí como un caracol.
Eres para mí flagelo surrrealista
que me aborda con toda su sintaxis.
Apártate de mí y quizá te buscaré
cuando se llenen de calma tus bahías
y yo me canse de ser paje de la luna
y salga el seductor que se esconde en mis ojos