Abrid los ojos y mirad la realidad y la sociedad, si ven hacia un costado verán que alguien dice que las cosas cambian, que todo está en un constante fluir como el agua de un río, quizás se digan a ustedes mismos que ese hombre tiene razón, pero miren al otro lado y verán pobreza en una calle y en la vereda del frente verán riqueza, vean como ambos se miran a los ojos, pero sepan que seguirá igual, eso no cambiará. Miren allá a la discriminación, golpeando a la tolerancia, eso va a seguir igual, lo sabemos, sabemos que no cambiará. Miren al robo de los pobres y necesitados, roban para alimentarse porque nadie les da trabajo, los ignoran como la propia realidad asquerosa que viven día a día, ahora miren lo poco que roban, nuevamente volteen la cabeza y miren como roba el rico, adula con frases y discursos a las masas y les deja un dolor de bolsillo cada vez más agudo. Miren al pequeño niño pobre que para evitar el hambre consume paco o pegamento, volteen y miren al hombre rico que le provee su droga ¿Quién lo ayuda a ese niño? Solo su familia que pelea por su vida, mientras el rico está en su casa fumandose un habano y tomando un martini.
Miren alrededor, miren la basura, el cielo, la gente, el color, las nubes, los animales, miren dentro de todo eso, vean el amor, el dolor, el odio, la pobreza, la avaricia.

Todo esto no va a cambiar hasta que abran sus ojos y vean la realidad, la acepten y quieran cambiarla, entonces el río no está fluyendo. El río fluirá, el día que abran sus mentes y se dé lugar al cambio. Mientras tanto seguiran andando como ovejas, siguiendo a su pastor, seguirán ciegos chocando contra la misma pared una y otra vez...