Transito imberbe por tu perímetro.
Siento que te acercas a mi entrecejo.
Vienes el el estallido de un trueno
arrastrando almas con tu mirada fatal.
Avanzas hacía mí y mi caos
llenándome de pensares y vahídos.
Entras en mi cuerpo, flamígera
y te pierdes en mis percepciones.
Vas congelando mi alma aguachenta
y encandilando mis solícitas brasas.
Me deshaces y somos ventisqueros
que caen sobre estepas hidrópicas.
Me dejas la dignidad de tu humus
en la febrilidad de mi frente bizarra.