EL EVANGELIO DE MARIADO NOROLA (Salmo V)
Publicado en Mar 16, 2010
Prev
Next
Image
Salmo 5. Las Para-Bolas del Mesías.
 
Prosigamos, mis sanguinarios lectores.
El mesías vestía siempre con camiseta de frisa, short de baño, medias y zapatos acordonados, porque estaba así de cómodo. Vivía con su discípulo dilecto en una casa de cuatro chapas, debajo de una torre de tensión, de la cual bajaban un cable para alimentar la laptop. Tomaban mate aquella tarde, cuando de pronto, el benemérito y nunca del todo bien ponderado Mariado le dijo a Gabrielillo.
-Ven, hijo, que te hablaré en para bolas, porque viéndome no me tocáis, y oyéndome te duermes.
-¿Qué son para bolas, maestro?-. Preguntó el gurrumín.
-Son cuentos para bolas tristes como vos, cállate y escuchá. El reino de los cielos es lo más parecido a comer pollo con las manos, a comer una milanesa a la napolitana y eructar de satisfacción. Había un tipo que enterró una vaca, para ver si crecía un árbol de milanesas. Se sentó debajo de una higuera y esperó y esperó. Dio a pasar por allí una doncella qué le dijo: “¿Qué esperas, mozalbete?”. A lo que el tipo respondió: “Ya no recuerdo, porque he quedado prendado de tu belleza, y muy muy ecxitado, pero en el buen sentido, sin maldad”. Y la muchacha replicó: “veo que mi belleza te distrae de tus menesteres, porque eres un calenturriento, de la tribu de Jeropá. La mujer siguió su camino y el hombre fue bendecido e iluminado por la sabiduría de los cielos. Esa es la para bola, ¿entendés?.
Pero al alzar la vista vio que el discípulo dilecto se había dormido y ya boqueaba, con lo que fue mucha la mortificación del maestro.
Página 1 / 1
Foto del autor XX
Textos Publicados: 11
Miembro desde: Oct 21, 2009
8 Comentarios 1321 Lecturas Favorito 1 veces
Descripción

Salmo 5. Las Para-Bolas del Mesías. Prosigamos, mis sanguinarios lectores. El mesías vestía siempre con camiseta de frisa, short de baño, medias y zapatos acordonados, porque estaba así de cómodo. Vivía con su discípulo dilecto en una casa de cuatro chapas, debajo de una torre de tensión, de la cual bajaban un cable para alimentar la laptop. Tomaban mate aquella tarde, cuando de pronto, el benemérito y nunca del todo bien ponderado Mariado le dijo a Gabrielillo. -Ven, hijo, que te hablaré en para bolas, porque viéndome no me tocáis, y oyéndome te duermes. -¿Qué son para bolas, maestro?-. Preguntó el gurrumín. -Son cuentos para bolas tristes como vos, cállate y escuchá. El reino de los cielos es lo más parecido a comer pollo con las manos, a comer una milanesa a la napolitana y eructar de satisfacción. Había un tipo que enterró una vaca, para ver si crecía un árbol de milanesas. Se sentó debajo de una higuera y esperó y esperó. Dio a pasar por allí una doncella qué le dijo: “¿Qué esperas, mozalbete?”. A lo que el tipo respondió: “Ya no recuerdo, porque he quedado prendado de tu belleza, y muy muy ecxitado, pero en el buen sentido, sin maldad”. Y la muchacha replicó: “veo que mi belleza te distrae de tus menesteres, porque eres un calenturriento, de la tribu de Jeropá. La mujer siguió su camino y el hombre fue bendecido e iluminado por la sabiduría de los cielos. Esa es la para bola, ¿entendés?. Pero al alzar la vista vio que el discípulo dilecto se había dormido y ya boqueaba, con lo que fue mucha la mortificación del maestro.

Palabras Clave: Salmo 5. Las Para-Bolas del Mesías. Prosigamos mis sanguinarios lectores. El mesías vestía siempre con camiseta de frisa short de baño medias y zapatos acordonados porque estaba así de cómodo. Vivía con su discípulo dilecto en una casa de cuatro chapas debajo de una torre de tensión de la cual bajaban un cable para alimentar la laptop. Tomaban mate aquella tarde cuando de pronto el benemérito y nunca del todo bien ponderado Mariado le dijo a Gabrielillo. -Ven hijo que te hablaré en para bolas porque viéndome no me tocáis y oyéndome te duermes. -¿Qué son para bolas maestro?-. Preguntó el gurrumín. -Son cuentos para bolas tristes como vos cállate y escuchá. El reino de los cielos es lo más parecido a comer pollo con las manos a comer una milanesa a la napolitana y eructar de satisfacción. Había un tipo que enterró una vaca para ver si crecía un árbol de milanesas. Se sentó debajo de una higuera y esperó y esperó. Dio a pasar por allí una doncella qué le dijo: “¿Qué

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Relatos



Comentarios (8)add comment
menos espacio | mas espacio

Opinion

WAJWAJWAJ!!
Responder
May 09, 2012
 

Hoz Leudnadez

jajajajaja!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Vaya que si...haces notar al protagonista de una actitud muy hidalga!!!!! (cualquier parentezco con la realidad SI es pura y mera coincidencia)
jajaja estrellas al BESTSELLER!!!!!!!!!!!!

me imagino que te gusto la actuacion de smeagol como arbol (bueno metaforico)

Besos a ti y a tu adorada domadora LOS QUIERO!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Responder
March 17, 2010
 

Roberto Langella de Reyes Pea

TE QUEREMOS!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! !!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Y sí, el árbol tuvo una actuación desgarradora.
Responder
March 17, 2010

Johel Delacroix

Jajajaja
Responder
March 16, 2010
 

Roberto Langella de Reyes Pea

Gracias, Johel, pensé que empezaba la sesión de puteadas de la fecha.
Responder
March 16, 2010

María de la Paz Reyes de Langella

Espera, voy mi bol de palomitas. Esto está cada vez más divertido. ¿Recuerdas la pelícual "El Santo Grial"?
Erse un genio mi vida.
Responder
March 16, 2010
 

Roberto Langella de Reyes Pea

Se parece más a "La Vida de Brian"
Y sí, esta es una novela muy pochoclera!
Responder
March 16, 2010

Roberto Langella de Reyes Pea

Che, era más divertido cuando entraba dorola a insultar. Volvé, Dorola!, te perdonamos!
Responder
March 16, 2010
 

Para comentar debes estar registrado. Hazte miembro de Textale si no tienes una cuenta creada aun.

busy