CUESTIN DE NMEROS
Publicado en Mar 20, 2010
CUESTION DE NUMEROS
La novedad demoró varios meses en llegar a ser tapa de todos los diarios y es hasta el día de hoy, sesenta años después, que no se habla de otra cosa. No es para menos, porque significó el fin de lo que conocemos como humanidad y ese desenlace vino del lado menos pensado. Atrás quedó el tan mentado cambio climático; al pasado pertenecen las guerras casi suicidas; las catástrofes naturales descendieron a un segundo término. Relataré brevemente como se fueron dando los trágicos acontecimientos. Como dije anteriormente, hace muchos años, apareció en la primera plana de todos los diarios y de todas las cadenas de televisión, un extraño suceso del cual algo venía comentándose en los corredores de los pasillos de todos los hospitales del orbe. En un comienzo, algunos países lo tomaron con relativa euforia como en China y en la India, pero en otros, se transformó en un problema de estado. Las hipótesis surgieron de todos los rincones del mundo. Los mejores científicos organizaron congresos y debatieron el problema por toda la tierra. No llegaron a ninguna conclusión. Se trataba de un fenómeno que escapaba a la lógica de la ciencia médica, de la sociología y de la etología. Los apocalípticos hablaban del fin del mundo, pero otros, quienes comenzaron a llamarse" los naturalistas" veían en este fenómeno la concreción de la más importante de sus metas, el resurgimiento de la naturaleza. El hecho que conmovió a la opinión pública hace ya más de sesenta años y que al principio se creía que era un fenómeno de índole social, fue que, por causas aún desconocidas, dejaron de nacer niños en nuestro planeta. Lisa y llanamente no ocurrieron más alumbramientos pertenecientes a la especia humana. Se la comenzó a llamar, la gran epidemia de esterilidad " No quieren nacer" fue el slogan de una afamada secta de fanáticos religiosos." Es Dios que sabe lo que hace" sentenciaron, soberbios, desde la Iglesia. "Es la propia especie, que lo hace para su supervivencia" dictaminaron los ecologistas No es necesario ser un experto en matemáticas para adivinar lo que aconteció luego que se desatara la epidemia de esterilidad. En sólo un año la población de la humanidad se redujo en mil millones de personas. Al principio fue un bálsamo para el mundo, ya que la superpoblación parecía ser la causa de todos nuestros males. Sin embargo, al cabo de una década, la población se redujo a la mitad y eso se tornó en un problema para nuestra especie, ya que ésta, día tras día envejecía vertiginosamente. Ya no contábamos con el ímpetu de la juventud, la sociedad iba perdiendo vigor, las profesiones y las costumbres mudaban de un momento a otro. ¿Quien iba a estudiar pediatría o neonatología? ¿Quien quería ser maestro de escuela? ¿Quien iba a poner una fábrica de juguetes? Nadie. Se intentaron varios remedios pero fueron peor que la enfermedad. La clonación no funcionó, ya que la excesiva repetición genética creo una población de niños mutantes que morían jóvenes. Los robots, en forma de niños, se diseminaron por todo el planeta, pero nunca llegaron a representar una verdadera alternativa a la humanidad. Por eso, ahora, sólo quedamos algunos pocos sobrevivientes con mas de 110 años de edad (cerca de 5000 en todo el globo) que hemos visto cómo la humanidad se autodestruía y cómo la naturaleza emergía desde las profundidades como vengándose de los atropellos del progreso humano. Varias especies de animales volvieron a dominar a vastos sectores del planeta, los ríos retornaron a las fuentes de su pureza, los cielos retornaron celestes; pero sabemos que en pocos años no quedará nadie en el planeta para poder disfrutarlo. ¿Seré yo el último? GABRIEL FALCONI
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Daniel Robles
norma aristeguy
Pufffff qué alivio!!!!!!!!!
Abrazos mi querido amigo.
Norma
gabriel falconi
menos mal que sos mi primo...
DANIEL MORON
gabriel falconi
hay que tener hijos pero no mas de dos
saludos
gabriel falconi
hacia tiempo que yo no pasaba por aqui
encantado de conocerte
gracielacousin
ALEIDA
gabriel falconi
ELFINAL ERA COMICO PERO NADIE SE PERCATO DE ELLO
ABRAZO
Jose Oliva