El Deseo Secreto.... Confesion de un secreto
Publicado en Mar 23, 2010
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                                                     El Deseo Secreto                                                                                               Confesión de un secreto
 
Las heroicas calles de Cartagena de Indias, testigos silenciosas de mí historia  que trascendió del mismísimo ciber espacio  a mi realidad.
Atardeceres sobre las míticas murallas, ofrecían el paisaje en movimiento de un mar que cambia su tonalidad como el arcoíris, bajo la suave música de las olas que inclinaban todo el andamiaje a un pasional instante suspendido en el tiempo.
Un hombre y una mujer abrazados sobre la muralla, ella lo mira a él, el le habla mientras ve el mar.
Yo pienso; Que todos los hombres, todas las mujeres, tienen adheridos a su ser, sus tácitas y secretos, yo creo que cuando te conocí por  el Messenger en realidad buscaba un confidente, viste como es, a veces es más fácil contar de tu vida a un extraño que tu mejor amigo. Y no sé bien como se fueron dando las cosas, pero de repente  te encontré y empezaste a saber mucho de mí y yo de vos.  Y ahora  sos  vos  quien me conoce más que nadie y a través de todas mis mascaras y tácitas. Pero hay algo que todavía no te dije y no me perdonaría volver a mi país sin que te lo diga.
 No me animé el otro día porque tenía mucho Ron encima y mal aliento  lo iba a arruinar, jajá pero  hoy no  y ya que estas acá al lado mío quiero revelarte el último de mis secretos y no me importa ya  decirlo.
En realidad al comienzo  el viaje era sol a  Brasilia con un amigo  por un trabajo.  Allí lo deje y de ahí viaje  Bogotá donde me recibió mi tío, que  en realidad lo habré visto dos veces en mi vida, él estaba tan contento que tenía preparado toda una excursión por la ciudad toda la semana. Hasta que le dije.- tío estoy de paso mañana salgo para Cartagena. Hubieras visto la cara de desconcierto que puso el cristiano este.
Y así llegue acá para conocerte, pero también para decirte esto  aunque creas que estoy medio loco quizás, quiero decírtelo y la verdad es;... Que me gustas, me gustaste  desde el comienzo que hablamos y ahora que estoy acá, me gustas más y aunque parezca tonto, solo  Dios sabe que atravesé casi medio continente solo para decirlo.
El naufrago que mira a los ojos y su mirada le es devuelta, ella en silencio, el que estira su pescuezo como divisando tierra, justo en ese preciso  momento en que  empiezan a sobrar todas las palabras
 Miradas detenidas en los labios, dedos que escriben sobre aquel milímetro de piel al que tienen acceso, en escritura sensible dejan ocultas frases tal vez de amor...
El aroma a sal marina guarda nuestros recuerdos de besos espontáneos, tímidas caricias y canciones viejas que evocan épocas mejores, cuando mi corazón aun no estaba lleno de cicatrices que le recuerden lo peligros que resulta amar; cuando su corazón no lo convertían aun en un maestro en la derrota de todas las historias de amor.
Estábamos tan cerca que era casi insoportable tener que contener esas ganas de besarnos, extrañamente en nuestro saludo un pequeño rose en el último centímetro de piel cercano a los labios... desato el huracán de emociones.
Creo que habia tanto de mi que podía leer en mis gestos, bien recuerdo que en una de nuestras tantas conversaciones le conté que el lenguaje gestual revelaba mucho más que las palabras, y como un juego inocente le dije que me decían a mi sus gestos, cuando acercaba los dedos sus labios, cuando se juntaban sus pobladas y hermosas cejas negras como su cabello, su sonrisa contenida y los cambios en su rostro como consecuencia de un tema sensible.
Nuestra cercanía fluía con suma naturalidad, nos habíamos acercado tanto en nuestras charlas diarias, que nada nos costaba dificultad, yo siempre espontanea le decía todo lo que se ocurría... quería llevarlo a todos los lugares que mi pequeña ciudad albergaba.
Su voz ahora junto a sus manos, su respiración y hasta su paso al andar, completaban la imagen en mi mente.
Su portugués era muy divertido, mi acento caribeño como él lo llamaba lo hacía reír, en ocasiones cuando hablábamos por teléfono... siempre decíamos... ¿cómo amor, no te entiendo?...aun puedo recordar la primera vez que hablamos, parecíamos un par de niños tan emocionados que no nos salían las palabras, hasta ese momento no sabíamos como sonaban nuestras voces, como era nuestro acento... ay fue un momento que recordaremos siempre.
Café del mar era el lugar perfecto para ver la puesta de sol, estar con él en aquel lugar del que tantas veces le había hablado era como hacer realidad un sueño, era nuestro momento... sin distancias, sin teclados, y sin necesidad de las web cam.
Creo que decidió no tomar las cosas a la ligera, me conocía y sabía que mi tendencia a asustarme frente a ciertas situaciones podría alejarnos para siempre, éramos consientes de la atracción que existía entre nosotros, por unos instantes pensé tomar a iniciativa e iniciar el tema, pero sus palabras salieron primero...
Me sentí por algunos minutos como la protagonista de esas historias de amor, donde salen esos besos en las puestas de sol...pero luego le dije... bueno superada la parte del beso, que entre otras cosas bien lo merecíamos... podemos hablar de Psicología marciana?.... las carcajadas simultaneas no se hicieron esperar, creo a partir de ese momento todo fue más sencillo. Era claro que la atracción era mutua, que la química fluía incontenible, que ya nuestra historia tomaría otro rumbo...
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Foto del autor Delfy Gonzalez Silva
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Descripción

Confesion de un secreto

Palabras Clave: Deseo

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Relatos


Derechos de Autor: Delfy en compaia


Comentarios (6)add comment
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Delfy

Hola Alfonzo,
mi amigo, mil gracias por seguir este relato, todo esta proximo a revelarse y concluir la historia, pero te puedo adelantar que el galan esta cerca, y que es muy activo en la pagina, no publica muy seguido pero si comenta.
si lees con detenimiento en uno de los capitulos anteriores te dejo varias pistas, jajajajajajajaja
besos
Delfy
Responder
March 24, 2010
 

Delfy

Gracias Maestro,
pero a esta historia le faltan pocos capitulos para revelar a sus protagonistas. te prometo mi querido maestro que te avisare apenas lo publique.
Besos
TU MUSA LA DELFYN COLOMBIANA
Responder
March 24, 2010
 

Alfonso Z P

Delfy:
Muy buena la continuación de este relato, pero sigue el suspenso, para mi, por lo menos,
y eso que si los he leído todos......
Veremos si en el próximo se aclara el enigma.
Abrazos: Alfonso
Responder
March 24, 2010
 

Filiberto Oliveros


En "El Derecho de nacer" para revelar una identidad se requirieron innumerables capìtulos y se esperaba que hablara Don Rafael y aqui se esperaba que hablara doña Delfina y al final con Psicologia marciana y con quìmica incontenible y con atracciòn mutua tomaron, otros rumbos desconocidos para evitar ojos perturbadores e infidencias.. Felicitaciones y se fueron...o como dirìa el "gocho" se jueron....se jueron....
Querida Delfin, cautivadora colombiana, recibe un abrazo intenso, limpio de escamas. Filiberto.
Responder
March 24, 2010
 

Delfy

jajajajajaja, gracias Gustavo, me alegra que te guste.
Responder
March 23, 2010
 

Gustavo Adolfo Vaca Narvaja

¡Ojos Vivaces!....mis respetos. Estuve un poco ausente -mi nave no anda bièn- y creo que me faltan leer los dos anteriores, pero este final. ¡Perfecto!

Un abrazo desde Marte
Responder
March 23, 2010
 

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