Diario de una historia triste: Parte 16
Publicado en Apr 02, 2010
''Nada en el mundo le halagaba ya, le sonreía, decididamente nada lo vinculaba a la tierra. Ni ambición, ni poder, ni gloria, ni hogar, ni amar, nada le importaba, nada quería, nada poseía, nada sentía''.
''El hastío le ganaba en todo momento. Se cansaba hasta del paso del tiempo, es decir, el fastidio de la noción del tiempo.'' ''Para él todas eran lo mismo, con todas podía hacer lo mismo, pero ninguna lo llenaba.'' Ya no quiero nada. En verdad, sí quiero. Quiero desaparecer por lo menos por 3 meses. Desaparecer y no dejar rastros. Que a nadie lo importe lo que es de mi vida. Que se vayan todos a la mierda. No saber más nada. Descansar, llorar en paz, distraerme. Me encantaría. Me encantaría irme a un lugar bien lejos, un lugar tranquilo, como una costa, un lugar frente al río. Sentir la brisa del mar en mi cara, sola, tirada en la arena. Respirando aire fresco. Hundir mi cabeza en la arena. Todo. Ya no le veo esperanza a nada de nada. Por lo menos a nada bueno. Deje de creer en tantas cosas. Me saqué esa venda de ilusión que no me dejaba ver con claridad la realidad de las cosas. Ahora veo todo diferente, tal y como son. Una mierda. Hay muchas cosas más malas que buenas. Cada día que pasa me doy cuenta más y más. Sufriendo, llorando, me doy cuenta. Pero el problema en mi es que no me entran las cosas. Soy demasiado cerrada, no dejo entrar cosas nuevas. No. Ni pensamientos optimistas, ni esas frases de todo va a cambiar, ya va a aparecer alguien mejor, tenés que verle el lado positivo. Me cansé de creer en eso. Ser optimista es creer algo que no sabés si realmente existe o no, pero le tenés fe. No puedo creer en algo hasta que no lo vea o sienta. No puedo. No puedo creer que mi futuro va a ser mejor si cada día que pasa me entero de cosas peores. No puedo. Es imposible. Eso del sentido de vida, que naciste para algo. Es mentira, no lo creo. No ayudo en nada a la humanidad. No voy a cambiar el mundo ni la vida de alguien, no creo ser tan importante. Soy una vida insignificante. No valgo nada. Todo lo bueno que hago nadie lo ve ni lo valora. ¿Para qué seguir haciendoló? Parece que cada día sufro más. Más y más. No sé cuánto soportaré. No es que me vaya a matar ni nada eh. No soy suicida ni me corto. No le encuentro sentido a nada de lo que hago. Es vivir y vivir, nada más. Simple. Estoy segura de que si desapareciera hoy, nadie lo tomaría tan en serio. No soy importante para nadie ni lo creo ser en el futuro. La verdad que ya todo me da reverendamente igual.
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