Hay días en que pienso que no puedo estar peor. Y después aparece algo que me hace estar peor, y digo: ''wow, la vida te puede hacer peor cuando quiere, aunque no lo creas posible''. Me acuerdo cuando paso lo del lunes, que Fede me cortó por msn (JAJAJ), le dije a Freire: ''no me puede pasar algo peor''. Y después de unos días, me entero del engaño. Es increíble. Increíblemente cómo las cosas pueden pasar de mal en peor, y de peor en algo abominable.
Tuve que obligarme a dejar de creer. Dejar de creer en todo lo que me dicen. Ya no sé discernir entre lo que es verdad y lo que no. Es feo tener que desconfiar hasta de la gente que más quiero. Quiero creerles, pero ya es como una barrera que me impide volcar mi confianza en aquello que dicen que es verdad. Ya no les creo. Hasta en los hechos más mínimos. No les creo. Vivir sin creer es como no vivir, creo. ¿Qué me queda si no puedo confiar ni creer? Nada. Absolutamente nada. Sólo me dejaré llevar por la intuición, en realidad, como lo hice siempre, pero ahora sin la utilización de la razón. Pasaron cosas que no les encontré, encuentro, ni encontraré explicación racional. ¿Por qué todo tiene que pasar por la razón? Dejémosnos llevar por lo que sentimos, por nuestra intuición. La razón es algo demasiado estructurado y aburrido. A veces la única salida a una situación es por medio de la intuición, lo que tu mente te lleva a hacer, no lo que pensas o razonas. Conozco a gente que sólo hace lo que cree que esta bien o que está mal. Lo ven de una forma tan objetiva, que aunque creen que no es lo que sienten, lo hacen porque creen que van a hacer algún bien con eso. Y, ¿saben qué? Es peor, mucho peor. Hacer algo síolo porque esta bien pero sentís que vos no querés hacer eso. Creo que es un error muy grave, por ahí haces bien a los demás, pero te haces mal vos, por no hacer lo que querías hacer, engañándote a vos mismo. Permitir que la razón se apodere de vos y no te deje hacer lo que realmente sentís, o, como dice esta frase tan tonta: ''hacer lo que el corazón dice''. Pero bueno, algunas personas siguen lo que creen que esta bien, o lo que escuchan de sus allegados, sus ''amigos'', que se supone que te llevan por buen camino, pero bueno, no todo es como tendría que ser, ¿no? Definitivemente, casi nada es como tendría que ser. Nada es lo que parece. Esa es mi frase, totalmente. Vivimos en un mundo de apariencias. Es lo primero que vemos, lo primero que nos llega, lo que percibimos. Armamos nuestra opinión acerca de eso que percibimos, y la mayoría de las veces no equivocamos. Esa opinión por ver sólo lo exterior es errada. Gran parte de las personas, especialmente los adolescentes, son superficiales, súper-superficiales. Sólo con ver al otro. Aprendí a no ser así. De la cantidad de equivocaciones que sufrí, deje de hacer eso. Decir cómo es la gente según lo que veo. Empecé a querer conocer más a la gente, y recién ahí armar mi opinión acerca de ello. Últimamente me encanta hablar con gente que no conozco mucho. Me fascina saber qué es de su vida, saber de su pasado, de sus sentimientos, sus gustos, cómo es su personalidad. Amaría conocer día por día a alguien que no conocía antes, o sí conocía pero no la llegué a conocer mucho. Cuando camino por la calle y veo a tanta gente corriendo, o relajadas, con sus hijos, o hablando por celular, o con su pareja, me pregunto cómo serán sus vidas. Sus alti-bajos. Los problemas que tienen y sus alegrías. Me gusta conocer historias de vida. Por eso, empecé a hablar con gente que antes las había dejado atrás, o que no conozco. Y me entretiene mucho hablarles y ir conociendolos. Un ejemplo es un chico que me hizo mucho, pero mucho mal en mi pasado, hace 2 años. De las 2 como mucho, personas que leen esto seguramente no sabrán quién es, ni cuán mal me hizo. Les tiro el nombre, por ahí en una de esas lo saben, César. Creí que era buena persona. Pero al final, después de haber tenido ''algo'' conmigo, fue con mi mejor amiga en aquellos tiempos, Sofi. Esa fue la primera vez en mi vida que sufrí tanto. Él es el principal causante del porqué soy así ahora. Celosa, celosísima. Mi compañero de inglés. Él empezó inglés en la Cultural Inglesa el mismo año que yo, pero unos meses después. Me gustaba, me gustaba mucho. Después me fui acercando durante el año. Fue una de las pocas veces que me puse como objetivo tratar de ''conquistar'' a alguien. Todo funciono, sentí que al fin había hecho algo por mi cuenta y que lo había logrado. Pasó lo que pasó, y bueno, feliz. Después se acabó todo, porque una persona extremadamente pelotuda y sin cerebro empezó a decir boludeces que supuestamente yo dije en mi colegio. Si supiera quién fue, la voy a buscar y la cago a puteadas. Y terminó todo. Más tarde, por medio de una apuesta hecha por Dai que decía que si ganaba Boca él se comía a mi mejor amiga Sofía. Y así paso. Yo la tenía que esperar después de inglés... Me sentí tan tan tan tan mal. Ni se imaginan cuánto lloré por eso. Y unos meses después me entero que estaba de novio con otra amiga mia, y en esa época esa chica era mi mejor amiga. Ya era el colmo. Bueno, toda esta situación me obligó a dejar de confiar en las personas. Desconfié de alguien que me dijo que me amaba, que era la persona más importante en su vida, que quería que fuera la madre de sus hijos. Esa desconfianza hicieron que sospeche de cualquier persona del mismo sexo que yo que se le acercará la odie. Por miedo, por desconfianza a que pasara algo. Eso hace que aparezcan mis celos. En un estilo de gráfico, sería algo parecido a esto:
Traición de amistad y amor->Dejar de confiar->Desconfianza->a la persona que amo+persona que se le acerque mujer->Celos->pérdida de la persona que más ame hasta ahora.