La pila de libros a la derecha. La luz de la vela a la izquierda. ¡Cuantas palabras sabre! y ninguna describe lo que yo siento.Escribo, escribo. Pero me siento tan vasia... y mis problemas etílicos no dan salidas a ningun lado.
Fumo, fumo, me ahogo, me muero, me deslizo, me desgarro.
Nada repara el dolor de perder la futura creación. Nada absolutamente.
Somos hijos de Dios, y vinimos al mundo a aprender. Nadie te va a regalar el cielo. ¿Qué lección aprendi perdiendo mi bebé?
Por momentos el cielo se aclara y la neblina se va. Se ve en el horizonte que el camino no se corto y que debo volver a caminar.
¡Pero nada repara mi dolor!
No, amor. Ya se que tambien te duele. Ya se que no estoy sola. Ya se que te hace mal que este así. Perdon. Mañana sera un mejor día, no te preocupes.